Por Carlos Manuel Estefanía.
En estos tiempos en los que la cultura corre el riesgo de disolverse entre la inmediatez y los algoritmos, hay todavía rincones donde el pensamiento, la música y la historia encuentran refugio y sentido. Uno de esos espacios —y permítanme hablar desde la cercanía y también desde la gratitud— es La Tertulia de Estocolmo, un programa que tengo el privilegio de realizar, y que cada lunes, jueves y sábado a las 18:00 horas abre sus micrófonos desde el corazón verde de Botkyrka, en los 91.6 FM de Radio Botkyrka.
Sí, lo reconozco: hablar de este proyecto es, en parte, hablar de mí. Pero también —y, sobre todo— es hablar de un esfuerzo colectivo por mantener viva una conversación cultural que nos interpela, que nos emociona y que, espero, nos deja pensando.
La edición del 29 de mayo de 2025 fue especialmente intensa. A través del aire trazamos un mapa emocional que partió de los viejos pasillos del poder soviético hasta desembocar en los dilemas del presente cubano. Pero no todo fue política: como ya es tradición, la música llevó la voz cantante y nos permitió cruzar fronteras, conectando el Caribe con Yucatán, España y la diáspora latinoamericana.
Entre los artistas comentados y escuchados en nuestro espacio, Cruz y Corona, desde Mérida, sorprendió con un sonido moderno que bebe de muchas fuentes pero que suena propio: pop, rock y EDM mezclados con alma y propósito. Desde la República Dominicana llegó Makaco El Cerebro, un joven que hace del merengue urbano una plataforma de lucha y esperanza. También sonó Zabriskie, una banda española que, con su doble sencillo en vinilo, nos regaló un viaje sonoro entre la contradicción y el consuelo.
En otro registro, más íntimo, Daniel Blacksmith nos sumergió en El arte del sufrimiento, una obra que más que escucharse, se siente. Y luego llegó el regreso de los granadinos Tremendo Pinkman, que con “Traspasando las paredes” vuelven a apostar por un sonido que no se conforma con etiquetas.
Uno de los momentos más emotivos del programa fue el tributo a los 45 años del Grupo Niche, esa leyenda viva de la salsa que acaba de conquistar el Carnegie Hall. Fue imposible no emocionarse con “Robando sueños” y con la memoria viva de Jairo Varela resonando en cada acorde.
Y al final, como una herida abierta que también es canto, cerramos con “Balsero” de Lester Hojas, una canción nacida desde el exilio en Miami que pone palabras —y música— a ese dolor silencioso que tantos han vivido al abandonar su tierra por la libertad. Un tema que, en lo personal, me removió más de lo que esperaba.
La emisión también incluyó una invitación cultural que me pareció valiosa compartir: el concurso de poesía Poetry in Time, convocado por las Bibliotecas Públicas de Hialeah para conmemorar el centenario de esa ciudad tan marcada por la migración cubana. Un gesto para que la palabra escrita también tenga su lugar en medio del ruido.
Confieso que recomendar este programa puede sonar a autobombo, pero les aseguro que hay algo más que vanidad detrás de estas líneas. Hay un deseo honesto de que escuchen, de que compartan, de que se dejen tocar por las historias y los sonidos que cada semana tejemos con cariño, criterio y pasión.
Pueden escuchar el episodio completo aquí: https://go.ivoox.com/rf/148781166
Y si al final creen que exagero, estaré más que agradecido de leer sus comentarios y —por qué no— mejorar en el intento de seguir haciendo radio con alma.
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Carlos Manuel Estefanía, cubano de nacimiento, hispanoamericano por convicción, europeo por circunstancias, difusor cultural por vocación, educador de profesión y para siempre; aprendiz de oyente.