Por Gloria Chávez Vásquez.
En vida, Ayn Rand (1905-1982), fue una escritora laureada, y conferenciante muy solicitada. Sus libros, aun hoy en día, son leídos, estudiados y llevados al cine. Y es que la filosofía de la exiliada judeo-rusa Alisa Zinovievna Rosenbaum, naturalizada en Estados Unidos, contiene un mensaje clave para la supervivencia humana que, aparte de tener mucho sentido, ha contribuido a la consecución práctica del American Dream.
Venerada por unos y odiada por otros, cuando Rand murió a los 77 años, el interés del público por sus libros (La rebelión de Atlas, El Manantial, Himno, Los que vivimos, El ideal etc.) creció exponencialmente. Muchos de sus lectores eran ya devotos estudiosos y exitosos en su vida profesional. Sin embargo, la inmediata reacción de académicos y críticos fue ignorarla y ridiculizarla, catalogándola como un mero “producto de la cultura popular”. Muy pronto se averiguó la fuente de la censura: provenía de académicos y críticos casados con la izquierda. Invadido como está el sistema por esa ideología, eran pocas las universidades que incluían el Objetivismo de Rand como una especialidad filosófica o área de investigación.
Como respuesta, en 1985 se funda el Instituto Ayn Rand para promover la filosofía objetivista; pero no fue sino hasta 2002 y no sin controversia, que más de 60 colegios y universidades aceptaron el patrocinio de la corporación financiera BB&T para la enseñanza de las ideas y trabajos de Rand. La crisis financiera (2007-8) durante la administración de Obama, renovó el interés público en La Rebelión de Atlas, a la que muchos atribuyen una anticipación de la crisis.
Aunque Ayn Rand detestaba la política y rechazaba las etiquetas, (favorecía el aborto y el ateísmo) su obra es ampliamente acogida entre libertarios y conservadores. Su filosofía es una defensa de la libertad del individuo y su derecho a la libre empresa lo cual ofende las doctrinas de la colectivización y la subyugación del ser humano.
Jim Powell, miembro del Cato Institute y cofundador del partido libertario, asegura que, sin Rand, el movimiento libertario no existiría. El historiador y periodista Brian Doherty, la describe como a “la libertaria más influente del siglo XX “. Ronald Reagan recomendaba la lectura de sus libros y La revista Reason sigue su línea de pensamiento.
En 2020 el crítico mediático Eric Burns dijo que, “Rand es seguramente la filósofa más interesante de nuestro tiempo”. Ese mismo año el editor de una colección de ensayos críticos sobre Rand observaba que cada vez hay más académicos y críticos interesados en exponer su trabajo”.
Ayn Rand la describió como la filosofía para vivir en la tierra. El objetivismo es un sistema integrado de pensamientos, que define principios abstractos en los que el individuo debe pensar y actuar si es que quiere vivir la vida propia de un ser humano.
En el discurso final de Howard Roark, protagonista de la novela El manantial (1943) Ayn Rand escribe:
“Nada se da al hombre en la Tierra. Todo lo que necesita tiene que ser producido. Y es aquí donde él enfrenta su alternativa básica. Él puede sobrevivir apenas de dos maneras – por el trabajo independiente de su propia mente o como un parásito, alimentado por la mente de los demás. El creador origina. El parásito se apropia. El creador encara la naturaleza solo. El parásito encara la naturaleza por un intermediario. La preocupación del creador es con la conquista de la naturaleza. La preocupación del parásito es con la conquista de los hombres “.
Gloria Chávez Vásquez es escritora, periodista y educadora residente en Estados Unidos.
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Muy Bien . Me gusto El articulo
Genial artículo de Gloria Vázquez. Leí Atlas un libro impactante.
‘Quien es John Galt?’. La Rebelión de Atlas. Ayn Rand.