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Identidad Nacional vs Hombre Nuevo

Imagen Havana Times

Por Minervo L. Chil Siret.

Se ha dado a conocer una carta dirigida al actual inquilino de la Casa Blanca en la que se enumeran ciertas condiciones que, a entender de sus signatarios, deberían darse para que haya un cambio en la política que rige las relaciones entre los Estados Unidos y Cuba. La misiva, según se ha publicitado, ha sido firmada por un grupo de más de doscientos activistas de derechos humanos, ex presos políticos, periodistas, religiosos, empresarios y académicos de origen cubano.
Estas condiciones serían una amnistía a los presos políticos «como la que liberó a Fidel Castro de prisión en 1955»; el fin de la injerencia militar del régimen cubano en Venezuela; la eliminación de «las restricciones a la distribución de ayuda humanitaria a los necesitados en la isla, proveniente de organizaciones internacionales y de los cubano-americanos»; la entrega a Estados Unidos de los «prófugos de las justicia y terroristas a los que se ha dado refugio en la isla y que son responsables de la muerte de ciudadanos estadounidenses»; y permitir que la remesas enviadas por los cubanos de la diáspora a sus familiares en Cuba «sean recibidas en dólares estadounidenses».
Esta carta, tanto en su contenido como en el lenguaje utilizado, muestra una mezcla de demagogia, populismo barato y oportunismo hipócrita. Los redactores de la misma no se refieren al régimen castrista como la despiadada dictadura totalitaria que es, sino que de alguna manera lo legitiman al tratarlo con más delicadeza que a los pétalos de una rosa, mencionándolo simplemente como «el gobierno cubano».
La misiva parece más bien destinada a complacer otras agendas que muy poco o nada tienen que ver con la causa de la libertad de Cuba. De hecho no parece redactada por cubanos realmente interesados en lograr un sistema democrático y un estado de derecho en Cuba, ya que no piden el cese de la represión a los activistas de la oposición democrática, ni el respeto a todos los derechos de los cubanos todos, ni que se abran las puertas a un proceso de transición democrática que culmine en unas elecciones libres. Parece más bien redactada por quienes, a un lado y a otro del Estrecho de la Florida, han mercantilizado la lucha por la libertad de Cuba y la han convertido en un modus vivendi, a costa de lucrar con el sufrimiento del pueblo cubano y a quienes solo parece interesarles asegurar los grants que engrosan sus arcas.
Pero lamentablemente la carta es también una muestra del relativismo y la falta de un análisis serio, responsable y profundo, de no pocos que dicen oponerse al totalitarismo castrista, incluido algunos de los que por su trayectoria, no se esperaría esa superficialidad. No se puede apoyar y firmar cualquier cosa, sólo porque viene de determinadas figuras o instituciones, o porque se presenta como contraria al régimen comunista cubano. A veces queriendo ayudar se hace más daño que bien porque se termina, aún sin proponérselo, blanqueando a la dictadura o brindándole el oxígeno que necesita para respirar y sobrevivir.
La causa de la libertad de Cuba debería ser sagrada para quienes han decidido adherirse a ella. No todo vale en esta lucha. No es una ayuda para el pueblo cubano apoyar agendas externas que nada tienen que ver con los derechos de los cubanos, y que sólo sirven para alimentar egos, protagonismos y cuentas bancarias privadas. Como bien dijo José Martí, el Apóstol de la Independencia de Cuba, «la patria es ara y no pedestal. Se la sirve, pero no se la toma para servirse de ella».
Al totalitarismo castrista hay que vencerlo desde una posición digna, fundamentada en principios y apoyada en valores. Esos que están enraizados en nuestra identidad nacional y que el régimen ha pretendido desterrar de la sociedad cubana. O se enfrenta la dictadura volviendo a nuestras raíces como pueblo, o se termina promoviendo el cambio-fraude con el «hombre nuevo» creado por el castrismo. No se puede seguir con tanta banalidad o Cuba nunca rescatará su libertad.
Minervo L. Chil Siret es miembro del Movimiento Cristiano Liberación.
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5 Comments

  1. Pero estos firmatarios olvidaron la abolicion o veto a vida, codificado en la constitucion del PCC y esto es lo primero , donde se encuentra la cartica?? me gustaria saber quienes son los firmatarios , entre las peticiones esta lo de las ayudas y esto me huele a la Santa Rosa del Cerro. Magnifico Articulo

  2. Pingback: Identidad Nacional vs Hombre Nuevo – – Zoé Valdés

  3. Juan Fernandez

    👏👏👏

  4. Gustavo Lima

    «la patria es ara y no pedestal. Se la sirve, pero no se la toma para servirse de ella».
    con estas palabras basta y sobra.

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