EDITO

Grass is always greener in the other side

Por Ulises F. Prieto.

Hemos escuchado que las comparaciones son odiosas, pero es que pensar no es otra cosa que comparar. Alguna vez Maxwell, quien formuló las leyes de la electrodinámica clásica, dijo que comprender algo era encontrarle una analogía con otra idea antes conocida. Queda la pregunta de cómo aprendimos lo primero que supimos. Simplemente se nos fue dado. Eso que llamamos sentido común son ideas abstractas repartidas a todos los cerebros humanos del Planeta. Cuando entendimos que la Tierra era redonda, ya sabíamos lo que era un círculo, aunque nunca hayamos visto la idea del círculo perfecto. Sólo hemos visto sus infinitas analogías. Siempre que hablamos apelamos al sentido común. Ahora quiero mostrar algunas de las malas comparaciones que se han manoseado en estos tiempos de guerra. Las considero odiosas, no por ser comparaciones, sino por ser malas.

Putin o los globalistas. Esto es un falso dualismo. El propósito de una etiqueta es ayudarnos a comprar un producto sin tener que analizar mucho. Me temo que estamos haciendo demasiado juicios apresurados. A la corrupción de toda la vida, le hemos puesto nombres trascendentes como el Pantano, el Globalismo, y un montón de eufemismos más, que elevan la causa de enfrentarse a lo que es la vulgar corrupción en el Gobierno, la cual ha existido desde que hay Gobierno. Siempre y en todas partes. La única manera de disminuir la corrupción es disminuir el Gobierno. Ciertamente hay lobbies y lobistas medrando en Washington (cabildeando, se decía en el antiguo español), pero en Moscú hay oligarcas. Le llaman oligarquía, pero es el sistema clientelar, que ha habido siempre alrededor del poder. En cada Casa de Gobierno, como en los prostíbulos, siempre hay clientes. Julio Cesar tenía clientes. Tal vez por eso dicen que Putin es un Zar. La verdad es que no es un Zar. Simplemente es un tirano, y la tiranía no arregla la corrupción, solo la esconde. La expresión de Pantano viene del hecho de que Washington DC se fundó sobre un pantano, como Miami. Pero también Roma y San Petersburgo.

Putin dice que quiere desnazificar Ucrania. Hay un batallón Azov que le justifica la invasión de Ucrania, la destrucción de ciudades, el ataque a hospitales, teatros, refugios. Todo por un batallón de mil neonazis. La sensibilidad de Putin contra el nazismo es selectiva. Por una parte quiere liberar a Ucrania del batallón Azov, que ni siquiera está en el gobierno, pero apoya al Partido Baaz en Siria, con armas y efectivos, incluso combate para mantenerlo en el poder. El Partido Baaz es uno de los tantos partidos nacional socialistas que aparecieron en los tiempos de Mussolini y Hitler, y que aún conserva algunos vicios del nazismo, como la judeofobia. Uno puede argumentar que el Partido Baaz ha cambiado, y ciertamente no vamos a decir que en Siria gobierna Hitler. Sin embargo ese matiz Putin no se lo concede al nacionalismo ucraniano. Se apela a la historia para relacionar al nacionalismo ucraniano con el nazismo. Era lógico que los nacionalistas ucranianos estuvieran del lado de Alemania en la segunda Guerra Mundial, porque compartían enemigo, la URSS. También Gandhi apoyaba a Hitler, porque tenían un enemigo común, UK, y Joe Kennedy era admirador de Hitler, porque los nacionalistas irlandeses combatían contra los británicos. Es más, la URSS, sólo se hizo antinazi cuando los nazis invadieron a la Unión Soviética. Antes, comunistas y nazis eran aliados y se repartieron Polonia. En aquellos tiempos la Comintern en USA era aislacionista, como lo son hoy algunos antigloballistas. Luego, cuando Hitler rompió con Stalin por la vía de los hechos invadiendo la Unión Soviética con la sorpresiva operación Barba Roja, la Comintern comenzó a exigir que Estados Unidos entrara en la guerra. Nada, el antinazismo de Putin es otra pose propagandista más. ¿Por qué no descomunistizamos Rusia? Si compramos nuestra realidad con la propaganda de Putin, claro que gana la propaganda.

Putin y sus admiradores intentan justificar la invasión a Ucrania haciendo un paralelismo con Cuba y Ucrania. Dicen que si en Cuba hubiera tropas rusas, Estados Unidos habría invadido la Isla. Bueno, en Cuba no hay tropas rusas ahora, no porque Estados Unidos lo haya exigido, sino porque Rusia se quedó sin recursos para mantenerlas. Dicen que si en Cuba hubiera armas nucleares, Estados Unidos habría invadido la Isla, pero en Ucrania no hay armas nucleares. Dicen que si en Cuba hubiera laboratorios de armas biológicas, Estados Unidos habría invadido la Isla. Dudo que el instituto de Biotecnología de La Habana no haya intentado investigar en armas biológicas, y además es falso que en Ucrania haya armas biológicas o químicas. En la situación desesperada en la que están, ya las habrían usado. Cuba y Ucrania, otra comparación odiosa, por falaz.

Sobre el aislacionismo. Otro imposible. Algunos aislacionistas dicen que China está siguiendo los principios aislacionistas por los que Estados Unidos se hizo la gran potencia, y pronostican que Estados Unidos será reemplazado por China. Bueno, ni China es aislacionista, ni Estados Unidos se hizo grande por serlo. Los aislacionistas buscan legitimidad histórica en el testamento de George Washington aconsejando a aislarse de los problemas de mundo. Es una idea tentadora pero imposible. Si Estados Unidos hubiera seguido las recomendaciones de Washington, ahora, en caso de existir, sería un país menor arrinconado junto a las costas del Atlántico, siempre defendiéndose de las potencias europeas que acecharían por los cuatro puntos cardinales. La hegemonía la ostentaría España, Inglaterra, Francia, Rusia, Holanda, Japón, o tal vez China. Sin dudas es preferible el mundo que ocurrió. Es donde las personas son más libres.

Otra falacia: “Si los medios de comunicación mienten, no los escuches porque todo lo que dicen es mentira.” Claro que los medios de comunicación mienten, pero no siempre. Lo sensato no es no escucharlos, sino escucharlos con criterio. La falacia adquiere mayor grado cuando quien nos invita a no escuchar a los medios de comunicación, promociona alguno de los así llamados canales alternativos, donde sí se miente sistemáticamente y sin escrúpulos.

Claro, que en occidente hay corrupción, claro que en las democracias se comete fraude, claro que se hacen leyes injustas, pero la negación de eso no es la virtud. La virtud en el Gobierno es otro de esos conceptos instalados en nuestro cerebro para juzgar la realidad y darle un grado sin tener que apelar a la realidad misma. No inexistente en ninguna parte. Lo que hay en el jardín de enfrente es la tiranía, y la tiranía es peor que lo que tenemos. De hecho mucho de los retroceso en las libertades que padecemos actualmente es porque nos hemos contaminado de los de enfrente, China y Rusia. Ciertamente los globalistas han sido los tontos útiles de los enemigos de occidente, ahora los antiglobalistas, de tanto mirarse al ombligo, se están convirtiendo ellos también en tontos útiles de los mismos tiranos.

Ulises F. Prieto es Matemático y escritor.

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2 Comments

  1. Félix Antonio Rojas G

    Excelente y exquisito artículo

  2. Alejandro González Acosta

    Impecable desmontaje de falsas verdades. Gracias al autor.

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