Por Gaceta de la Iberosfera.
Coutts & Co es un banco fundado a fines del Siglo XVII. En el siglo de su nacimiento, España vivía su Siglo de Oro y se publicaba Don Quijote de la Mancha, el Mayflower llegaba a las costas de Norteamérica, tenían lugar la guerra civil y la Revolución gloriosa en Inglaterra, el mundo vivía la Revolución científica y en Francia el Rey Sol Luis XIV redefinía el concepto mismo de absolutismo. Coutts, esta joya histórica acaba de mancillar su trayectoria y siglos de prestigio a manos de la religión woke.
Hace unas pocas semanas, uno de sus más famosos clientes, Nigel Farage, el político británico líder del Brexit y comentarista de medios como Fox News y GB News, denunció que Coutts, banco que había estado usando durante más de 40 años, había cerrado sus cuentas sin ninguna explicación. La historia se hizo viral cuando Farage anunció a través de sus redes que el establishment quería expulsarlo del Reino Unido cerrando sus cuentas bancarias como forma de persecución política, «Si me lo pueden hacer a mí, también te lo pueden hacer a ti», señalaba con mucho acierto, dado que se trata de una persona rica, poderosa y con mucha visibilidad, con muchos más recursos que un ciudadano de a pie, cosa que demostraba la indefensión de los individuos frente al totalitarismo progresista.
A raíz de la denuncia, la emisora estatal BBC publicó una explicación casi burlona del caso Farage: «cayó por debajo del umbral financiero requerido (más de un millón de libras) para tener una cuenta en Coutts», decía la noticia. La cosa se puso picante, primero porque un medio de comunicación publicaba el estado patrimonial de un cliente de un banco, lo que hablaba a las claras de una filtración ilegal, y segundo porque la información ¡no era cierta! de modo que Farage comenzó a indagar abriendo las puertas de varios infiernos.
Actualmente Coutts & Co es parte de la megacorporación NatWest, que a la sazón es propiedad de la Corona británica en casi un 40%. Su directora era Alison Rose, que resultó ser quien filtró la noticia falsa a un alto directivo de la BBC, era el epítome del burócrata corporativo progre. Fue galardonada con la Excelentísima Orden del Imperio Británico como Dame Commander of the Order of the British Empire en la lista de Honor de Año Nuevo de 2023. Aunque dirigía un banco, Alison declaraba que le apasionaba que fuera una organización con un propósito de diversidad e inclusión y al asumir sostuvo que «abordar el cambio climático sería un pilar central» de su mandato.
Los pedidos de informes de Farage y las investigaciones periodísticas independientes sacaron a la luz que la razón por la que el banco había cerrado las cuentas era su postura política que no coincidía con el propósito moral de la entidad. Lo que le habían hecho a Farage se conoce como «debanking» o desbancarización y es ni más ni menos que la versión financiera de la cultura de la cancelación. El diario The Daily Telegraph publicó un extenso informe del Comité de Riesgo del banco que sostenía la existencia de «factores de riesgo que incluyen declaraciones públicas controvertidas en conflicto con el propósito del banco». El expediente señalaba negativamente sus ideas sobre el Brexit, su amistad con Donald Trump y Novak Djokovic y sus puntos de vista sobre los derechos LGBT, entre muchas razones por las que no era «compatible con Coutts». Farage describe el archivo como un «informe de vigilancia al estilo de la Stasi» donde la palabra Brexit aparece 86 veces, contiene 39 menciones de Trump y hasta hay líneas donde sostiene que en sus días de escuela Nigel era visto como «xenófobo, racista y fascista». «Me hicieron controles de prensa mensuales. Mis cuentas de redes sociales fueron monitoreadas»…
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Fachocomunismo a pulso.