Por Zoé Valdés/El Debate.
El magnífico columnista de la publicación digital Causeur.fr, Pierre Joncquez, se acaba de inventar el término DroiteLand (DerechaLand) en un artículo sobre Michel Sardou, su canción «Les Lacs de Connemara», y Julie Armanet, cuyo concepto vendría a ilustrar en términos sardónicos (de cáustico y de Sardou) algo así como «el país de la derecha».
En respuesta, y con su permiso, también en términos incisivos, permítanme que me invente el de GaucheLand, o sea, «el país de la izquierda». Y es que, visto de manera humorística, inclusive hasta burlona, hay más lascas que sacar de GaucheLand que de DroiteLand. Por ejemplos que no quede…
Uno de esos ejemplos sería el discurso reciente que se zumbó Pedro Sánchez, no hay nadie que se mande más anónimos que este impresentable.
Resulta que en su mundo de GaucheLand afirmó lo siguiente acerca del beso de Luis Rubiales, aunque sin mencionar el nombre del aludido, y sin que le temblara ni un pelo de una pestaña: «Uno no puede aspirar a representar a España con actitudes y discursos que nos abochornan y no nos representan». Leí el Xuiter que alguien puso en X. Lo afirmado, precisamente durante un discurso de un aburrimiento atroz, con esa actitud de, con perdón de la frase: «Huélemelo, que me suda a gloria», es lo más parecido a un autorretrato. Nadie puede aspirar a menos que él mismo al representar a España con esa actitud barriobajera de chulo pueblerino y con esos discursos que no sólo abochornan a los españoles, nos sitúa a unos niveles de falta de respeto, de muy poca o ninguna consideración, que dan vergüenza.
Otra situación característica en GaucheLand de otra «personaja del puerto», como diría aquel poema del poeta chileno Gonzalo Rojas, sería la que acabamos de ver en Béjar, en donde estuvo la actriz lesbiana de ultraizquierda Anabel Alonso y donde fue abucheada por las masas de derechas, o sea de DroiteLand, hartas de tanto engaño, y que por fin han aprendido a darles a estos «inspirados» de su misma medicina.
Alonso había sido invitada a dar el pregón por el partido de centro derecha PP, y allí fue rociada con piropos tales como el de «pesetera» y demás… En el pasado Alonso protagonizó lo que ella misma llama «agresión sexual» «propinando» un beso en la boca, en un directo televisivo, al presentador del programa Masterchef en el que ella participó como concursante. Véanlo aquí…