Por Carlos Esteban/La Gaceta de la Iberosfera.
Malo es que nuestras élites «woke» nos sermoneen de continuo y desde todos los rincones con su moralina progresista, censurándonos lo homófobos, xenófobos, machistas y cristofascistas que somos en la plebe, al tiempo que nos exhortan a no comer carne, ni viajar, ni poner el aire condicionado, ni invitar a la familia en Navidades durante la pandemia. Pero peor es saber que no se aplican a sí mismos lo que predican como virtud, más bien todo lo contrario, como tenemos ocasión de comprobar casi a diario.
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