Por Zoé Valdés/Fundación Disenso.
Hace poco asistimos a un atentado que habría podido costarle la vida al precandidato de Colombia Miguel Uribe Turbay. De milagro, y gracias a los médicos, y a las masivas oraciones lideradas por su esposa, el político salvó la vida, sin que se conozcan secuelas posibles.
Habría que recordar que la mamá de Uribe, Diana Turbay, abogada, periodista, y directora del Noticiero Criptón, fue secuestrada en 1990 por el Cártel de Medellín, en el intento de rescate fue asesinada. Miguel fue criado por su padre. Los que hoy dirigen el país pertenecieron a la ralea que perpetraba asesinatos como los que acabaron con la vida de Diana Turbay.
«Desde Che Guevara hasta Fidel Castro, mediante discursos y hechos reafirmaron el carácter violento de sus acciones»
Los atentados del narcocomunismo son todavía poco conocidos, pese a que han sido numerosos. Vale recordar el atentado contra aquella maestra colombiana a la que los narcoguerrilleros le encasquetaron un collar explosivo tras ser secuestrada junto a los pequeños que ella guiaba hacia la escuela, entre otros…
Reitero, hoy gobiernan en Iberoamérica bajo los Castro (Raúl Castro, Alejandro Castro Espín, Mariela Castro Espín, y el resto del clan Castro), Nicolás Maduro, Inácio Lula da Silva (un corrupto), antes gobernó en Brasil, Dilma Rousseff, exguerrillera, y en Chile, otro de la misma camada, Gabriel Boric, cuya estrategia política, haya cometido desmanes o no, ha sido engrandecida en el pasado por la violencia y la factible eliminación física de sus rivales.
Desde Ernesto Che Guevara, el argentino que más cubanos asesinó con el tiro en la nuca, hasta Fidel Castro -por cierto, todos pasaron exitosamente por la ONU-, mediante discursos y hechos reafirmaron el carácter violento de sus acciones.
«El Che, sí, que persiguió a homosexuales enviándolos a campos de concentración»
El Che, sí, el mismo de las camisetas vestidas por tanto bobo de la yuca en las calles del mundo occidental, que persiguió a homosexuales enviándolos a campos de concentración, que manifestó en la misma ONU: «Fusilamientos, sí, hemos fusilado. Fusilamos, fusilaremos, y seguiremos fusilando», como pueden ver en este vídeo, y nadie de los allí cómodamente sentados movió el dedo meñique para contestarle -no sólo nadie movió un dedo, lo aplaudieron a rabiar-; hasta Fidel Castro cuando avisó con aquello de: «Si el estado cubano se dedicara a hacer terrorismo y a responder con terrorismo a los terroristas, creemos que realmente seríamos eficaces terroristas», observen el vídeo y adviertan la masividad de los aplausos, todos de pie. Y, lo fueron, fueron sobresalientes terroristas, sus herederos lo siguen siendo.
Ahora, me pregunto, ¿a qué terroristas se refería Fidel Castro como no fuera a ellos mismos? ¿O cómo creen ustedes que estos «bolaechurres» triunfaron con su revuelta o producto de marketing rebautizado como revolución si no fue haciendo terrorismo y asesinando a sus rivales políticos a pistoletazo limpio?…
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