Sociedad

Ernesto Díaz: Nuestra eterna gratitud al líder espiritual del exilio cubano

Por Ernesto Díaz Rodríguez.

 

«El 17 de enero falleció en esta ciudad de Miami el Rev. Martín Añorga a quien recordaremos siempre con entrañable afecto y profunda gratitud.

Fue un gran líder religioso y un gran cubano. En Alpha 66 nos acompañó por muchos años con su palabra llena de fe y esperanza. Vivió convencido de que la patria será libre con el sacrificio de sus hijos buenos. Era el líder espiritual del exilio cubano. Era el hombre de corazón noble y sencillo a quien sentimos el orgullo de llamar amigo. Siempre ha de ocupar un lugar especial en nuestro corazón. Que Dios bendiga su vida y que sea eterno su recuerdo».

Sara Martínez Castro.

 

Hasta aquí el sentido mensaje de condolencia de Sara Martínez Castro, secretaria de cultura de Alpha 66. Breves son sus dolientes palabras, pero de hermosa transparencia al recordar lo que significó la fortaleza espiritual y la total entrega del reverendo Martín Añorga a la causa por la libertad de Cuba. Su liderazgo religioso, preñado de humanismo, fue un faro luminoso para los que sufren, anclados entre los escombros de la tiranía comunista, las tribulaciones y el espantoso cúmulo de miserias impuestas a la infeliz población. Y un faro luminoso fue para los que en este exilio histórico luchamos por una Cuba mejor y mantenemos, con intransigente devoción, la fe en la reconquista de la democracia en una patria nueva, libre de asfixiantes cadenas y afiladas guadañas que cercenan sin piedad alguna las fecundas ilusiones del progreso, y anudan la felicidad y la paz de la familia cubana.

Con la desintegración física del reverendo Martín Añorga, queda un vacío de amargura y desolación de quienes mucho le admiramos y quisimos, y no vamos a conformarnos con el recuerdo de su apacible andar entre nosotros, o su vibrante voz en cada invocación a Dios, llena de gratitud y sabiduría en los actos patrióticos que, a través de los años, celebramos en Alpha 66 y otras muchas organizaciones del exilio. Pero, a pesar de su partida hacia el insondable mundo de lo eterno, desde lo alto del cielo nos seguirá inspirando y guiándonos en nuestra búsqueda de la libertad de Cuba. Su imagen, vestida a nuestra imaginación con el caprichoso ropaje de las nubes, siempre estará envuelta en la luz de un alba milagrosa y será una bandera de combate contra la maldad y la desenfrenada opresión con que la perversa tiranía en vano intenta encadenar la rebeldía de aquellos que en nuestro país alzan su voz reclamando su derecho a que se les respete su integridad física y su dignidad; su derecho a no vivir hincados de rodillas mendigando mendrugos de falsa libertad, arrastrando su vergüenza en inútil servilismo.

Fue el reverendo Martín Añorga un ferviente apasionado de la doctrina martiana. Un hombre que sin dobleces fue fiel al ideario de amor y a la perseverancia de José Martí en la lucha sin claudicaciones por el bien común, sin importarle los desgarros del alma ni las laceraciones de su piel.

Grande es el legado histórico de Añorga. Grande el reconocimiento que merece este misionero del amor y del combate inevitable, porque al igual que el Apóstol de la independencia de Cuba e infinidad de héroes que han sufrido por defender su propia dignidad y la de su pueblo, no faltaron dentro del pecho de este gigante de la bondad y el sacrifico las llamas devoradoras de la angustia por tan prolongado e injusto destierro, que él supo, con su sabiduría y su ternura diáfana transformar en fértiles espigas en los surcos de su corazón.

Que en paz descanse nuestro querido líder espiritual del exilio cubano, como bien señaló Sara Martínez Castro en sus palabras de apertura a este merecido reconocimiento de Alpha 66 a los valores patrióticos y humanitarios del Rev. Martín Añorga; a la justa combatibilidad de su espíritu invencible, a la transparencia de su alma y de sus actos. ¡Dios lo tenga en la gloria!

Ernesto Díaz Rodríguez

Secretario General de Alpha 66

Ex prisionero político cubano

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