Por El Debate.
La expectación era máxima en la sede del Tribunal Supremo que, como cada primer jueves de septiembre de cada año, ha acogido esta mañana la solemne apertura del curso judicial. Era ésta, sin embargo, una convocatoria especial en la que, tras las pasadas elecciones generales del 23-J, con una investidura programada a finales de mes –y encargada por SS.MM. el Rey Felipe VI al líder del Partido Popular, Alberto Núñez Feijóo, presente en el acto– y con la Justicia más debilitada de la historia de nuestra democracia reciente, la anomalía institucional se ha convertido en protagonista de los discursos del fiscal general del Estado, Álvaro García Ortiz, y el presidente interino del Supremo, el magistrado Francisco Marín Castán, que por primera vez no lo es, también, del Consejo General del Poder Judicial (CGPJ).