Por Félix Antonio Rojas.
En las diferentes líneas del tiempo cuando el helicóptero de Bret Hutchings sobrevolaba el desierto de Utah y descubría asombrado el reflejo intenso que desprendía el misterioso monolito de forma triangular, el hombre de Kibish al Este de África lanzaba el hueso en cámara lenta al cielo, dando comienzo a la era espacial por toda la Vía Láctea.
Sin embargo todo fue un espejismo extraterrestre o de alguna civilización que lanzaba una señal y un gesto de comunicación con la raza humana, ya que se supone que es una obra del escultor Jhon McCracken, que conceptualmente soñó que dejaba sus esculturas en lugares remotos y apartados para que en un futuro pudiesen ser descubiertas y crear alrededor de su obra un misterio y una magia difícil de comprender.
Días después el monolito desapareció sin dejar rastro alguno, aumentando el enigma y lo arcano en este 2020 tan insólito y excepcional que ha cambiado y cambiara drásticamente todos los paradigmas conocidos de la humanidad.
En esa misma línea del tiempo el nuevo súper héroe de Marvel, de la Open Society Foundations, the Rockefeller Brothers Fund y el New York Times el mambí cósmico Carlos Manuel Álvarez aparece Estornudando en un acto mágico en La Habana, como el fascinante Monolito de Utah, burlando todos los controles y protocolos del aparato represivo de la dictadura sin levantar sospecha alguna entre un ejército de represores apostados en las calles, y en sus primeras declaraciones, le da las gracias a los “amigos de diferentes signos y condiciones” por ayudarlo a entrar en La Habana Vieja.
Un día después declara, que no le pregunten como entró a la Isla porque ni él mismo lo sabe. Solo faltó a tan elevada acción del nigromante de la libertad, el nuevo hombre invisible, la pipa de laguer y la comparsa de la FEU cantando aquel estribillo que decía: “Camina pollo que el agua está hirviendo” .
El hombre de Kibish después de 61 años de represión comunista sigue a día de hoy lanzando el hueso en cámara lenta al espacio y lo ve subir y subir y subir, junto al monolito que ya no está en Utah, pero que podemos encontrarlo con un poco de imaginación en San Isidro, en el Vedado, en el cambolo de Santa Ifigenia, o en el Versalles…
Félix Antonio Rojas es friki frelance.
Genial
Pingback: El monolito ‘opositol’ – – Zoé Valdés
Ay que bueno, FA.
Sharp y muy circular con el framework del monolito. Me encanto!
Muy bueno china,China, todo lo que escribes,como dijera Marti” La sátira es como un látigo con cascabeles en la punta…”