Por Zoé Valdés/Artículo14.
Además del inmenso escritor que es, del sabio y pensador que ilumina a la humanidad con sus palabras y sus obras, Mario Vargas Llosatambién fue y seguirá siendo a través de sus historias un apasionado del amor. El escritor y el sabio que vibraban en él se debatían entre la razón y la vehemencia, afortunadamente ganó la primera en la mayoría de los momentos, de ahí que podamos disfrutar de una obra majestuosa, y coherente con los principios inalienables de la libertad, la justicia, el honor, donde el amor constituyó un elemento reconciliador en cada acto y vivencia.
Mario Vargas Llosa fue un liberal y seguirá siéndolo como innegable referencia; sin embargo, considero que también alcanzó la definición de libertario debido a su inmensa humanidad y sensibilidad combativa en lo social. Liberal en cuanto a ideología y cultura, libertario en cuanto a la política y su aspecto más comprometido sin ambages ni dualidades; ambos conceptos unidos por una madeja apenas visible se complementaban. Aunque desde luego él mismo se consideraba un liberal a secas. Más bien opino que es un liberal universalista. Universal por su obra literaria, universal también por sus acciones políticas…
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