Por Álvaro Alba/Martí Noticias.
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En 1973, los grados militares de las Fuerzas Armadas en Cuba fueron modificados. Surgió entonces el rango de Comandante en Jefe como el escalón más alto, agregándole un ramo de olivo al rombo rojo y negro con la estrella en la charretera, que no existía hasta el momento.
A muchos de los oficiales que se sumaron a las fuerzas rebeldes en la Sierra y habían llegado a 1959 como capitanes, se les ascendió al nuevo rango de primer capitán. Uno de aquellos primeros capitanes que hacían titulares en 1964 fue Jorge Enrique Mendoza, quien laboraba en la Dirección de Instrucción Revolucionaria del MINFAR (posteriormente convertida en la Dirección Política), y que, en calidad de comisario, supervisaba los encuentros nacionales de propaganda.
Hay que destacar que, en aquella época de los Sesenta e inicios de los Setenta del siglo XX, no se usaba el ramo de olivo para los grados de los oficiales superiores, ni siquiera para el de Comandante en Jefe. Ya más cerca del proceso de “institucionalización” de las fuerzas armadas en Cuba —que respondía al concepto de sovietización del ejército—, aparecieron los primeros grados con ramas de olivo para los oficiales superiores y múltiples estrellas para las categorías de primeros oficiales y subalternos.
Según lo establecido en la Ley No. 1257, que entró en vigor el 2 de diciembre de 1973, los grados militares de las FAR fueron modificados, quedando conformados de la siguiente manera: Comandante en Jefe, Comandante de Ejército, Comandante de Cuerpo, Comandante de División y Comandante de Brigada. Entre los oficiales de primera clase, se incluyeron los rangos de Primer Comandante (Raúl Díaz Arguelles), Comandante y Mayor; y entre los oficiales subalternos: Capitán, Teniente Primero, Teniente y Sub-Teniente. Esa Ley de 1973 reconoció el rango de Comandante en Jefe como el escalón más alto dentro de las Fuerzas Armadas en Cuba, agregándole un ramo de olivo al rombo rojo y negro con la estrella en la charretera, que no existía hasta el momento.
Este sistema guardaba cierta proporción con la jerarquía militar de la URSS y Europa del Este, que contaba con casi diez rangos: Subteniente, Teniente, Primer Teniente, Capitán, Mayor, Teniente Coronel, Coronel, Mayor General, Teniente General, Coronel General y General de Ejército. Además, la URSS tenía el grado de Mariscal, el cual representaba el escalón superior dentro de su estructura militar jerárquica.
Los grados a la usanza cubana resultaban confusos para los asesores soviéticos, checoslovacos o de la RDA, ya que el término “comandante” podía aplicarse tanto a un equivalente de general como a uno de coronel. En la información sobre la maniobra Granma realizada por las FAR en diciembre de 1974, se informaba que fue dirigida por el viceministro primero, jefe del Estado Mayor General, comandante de brigada Senén Casas Regueiro, con la participación de “los viceministros jefes de la Dirección Política y de Armamento y la Técnica, comandantes de brigada Fernando Vecino Alegret y Rogelio Acevedo González”, mientras que las conclusiones fueron presentadas por “el primer comandante Leopoldo Cintra Frías”. Ese año de 1974, la prensa cubana reportaba actividades de los comandantes de brigada Senén Casas Regueiro en asambleas de la juventud comunista, y del también comandante de brigada Fernando Vecino Alegret, quien visitaba Bulgaria en calidad de viceministro de las FAR…