Por La Gaceta de la Iberosfera/Redacción ZoePost.
- DICIEMBRE 23, 2022
Las viejas recomendaciones de Curzio Malaparte en su «técnica del golpe de Estado», tan difundidas en la primera mitad del siglo XX, han quedado de alguna manera en el pasado. Ya no son cosas de militares formando una junta de gobierno después de sacar a cañonazos del palacio a un presidente, o después de una intriga palaciega. Ya no son golpes cruentos con fusilados en un estadio ni golpes blandos con presidentes invitados a abandonar el país para morir de tedio en el exilio.
Ahora las cosas son distintas, pero solamente en las formas. En el fondo, es más de lo mismo y quizás incluso para peor, pues no se trata de tomar el poder para instaurar el orden perdido o atender el llamado de una sociedad en momentos de crisis. Ahora de lo que se trata es de capturar las instituciones del Estado para convertirlas en la cárcel de una Nación.
Los rasgos de Venezuela se reproducen en España
Tomo de nuevo el riesgo de parecer un tedioso machacador del mismo cuento. De este cuento que vi nacer, crecer desarrollarse y empoderarse en Venezuela y cuyos rasgos y señas principales veo reproducirse cada día que pasa en el poder Pedro Sánchez en España. Pero al final, a algunos solo nos queda advertir, desde el futuro, lo que vivimos en el pasado y nos mandó al presente exilio, que no sabemos ya cuánto durará…