Por ANDREW NEIL PARA THE DAILY MAIL/Trad. ZoePost.
Fue el discurso más despreciable de un presidente de Estados Unidos en los tiempos modernos, un discurso que avergüenza a Estados Unidos y deja su reputación mundial en la tierra.
Y dado que, hasta enero pasado, la Casa Blanca estuvo ocupada durante cuatro años por un tal Donald J. Trump, no podría haber una crítica más condenatoria al presidente Joe Biden .
Gran parte de su discurso en Estados Unidos el lunes fue orwelliano. En su novela clásica 1984, ambientada en una distopía totalitaria, George Orwell creó un Ministerio de Paz que libraba la guerra, un Ministerio de la Verdad que vendía mentiras, un Ministerio del Amor que torturaba a los disidentes y un Ministerio de la Abundancia que supervisaba el hambre.
Biden combinó todo eso y más con su propio doble pensamiento desafiante, que involucra distorsiones, la reescritura de la historia y tonterías y falsedades con las que incluso Trump tendría dificultades para rivalizar.
Su abyecta rendición a los talibanes se disfrazó de realidad política y sentido común. Su huida de Kabul, aún en curso, fue descrita como sabiduría geopolítica y un reenfoque de las prioridades de Estados Unidos.
Cualquier error o problema fue culpa de otros, desde Trump hasta el ejército afgano.
Pero no se equivoquen: la persona abrumadoramente responsable de las espantosas escenas que se desarrollan actualmente en nuestras pantallas de televisión es el hombre sentado en la Oficina Oval.
Debacle
La caída de Kabul y el regreso de los talibanes al poder en Afganistán es el desastre de política exterior más humillante para Estados Unidos desde el final de la Segunda Guerra Mundial.
Combina la torpeza de la invasión de Bahía de Cochinos en 1961, cuando el intento del presidente Kennedy de derrocar a Fidel Castro con una fuerza de invasión de rebeldes cubanos respaldada por la CIA terminó en una farsa y una vergüenza global; y el golpe devastador al prestigio de Estados Unidos en todo el mundo que siguió a la caída de Saigón en 1975, de la que Estados Unidos tardó una generación en recuperarse.
Probablemente, Estados Unidos necesitará otra generación para recuperarse de la debacle de Kabul.
No está claro si la presidencia de Biden alguna vez se recuperará, especialmente porque es probable que lo peor en Afganistán esté por llegar.
Hasta ahora, los cuerpos que caen de un transportador militar estadounidense y otro que se encuentra destrozado en su tren de aterrizaje son las imágenes definitorias de la presidencia de Biden. Pero, ¿quién sabe qué más atrocidades aguardan?
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