Por Julio César Soler Baró.
En su libro ” El Teatro y su Doble”, escribió el maestro Antonin Artaud:
“Si la multitud no entiende a Ubu Roi, la culpa la tiene Ubu Roi, no la multitud; al él no hablarle a la multitud el lenguaje de las multitudes, para que la multitud le entienda, se interese por su discurso”…
La multitud está ahí, deseando desesperadamente involucrarse en historias. Y así como es nuestro mérito el mérito de involucrarle en estas historias; es también nuestro demérito el no conseguir que ésta se involucre en nuestro discurso, en nuestra historia, en la historia que contamos nosotros. Nosotros siempre, contamos una historia.
¿Será que a la multitud hay que comenzar por hablarle, de la manera más trivial y básica, en su lenguaje, el de las estupideces que le son familiares, en el lenguaje que le es familiar, para que ésta se acerque, se quede, no se vaya y entonces, luego, comenzar a contarles la historia que queremos contar, en nuestro lenguaje, preciso de nuestra historia? ¿Por qué en algún momento habrá que dejar de hablar tontería en lenguaje políticamente correcto, no?
¿Os habréis fijado en la cantidad de “me gusta” y de seguidores que tienen esos filósofos de la estupidez, vulgares influencers, fundamentalistas de la cubanía chusmería, de lo elemental en las redes?
Por mi parte yo sin piedad: la masa es por naturaleza estúpida, evidencia empírica, así que no toda la culpa la lleva Ubu Roi el Impaciente … Es evidente. Paciencia es la clave, el método ya está descrito.
#JullArts.
Julio César Soler Baró, poeta, pintor y antropólogo cubano exiliado en Suecia. Oluwo Otura-Nico.
La masa como Usted la llama es el pueblo, vulgo o estupido, al ofender a quien Usted quiere instruir, lo que hace es mas alejarlo de la posibilidad de ver otras formas u orillas, creo que el ESTUPIDO es usted cuando al creerse superior, ofende recuerde como dijo una gran figura cubana , ” enseñar puede cualquiera, educar solo puede un Evangeli vivo “.