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El concierto de la Coronación y la pelambrera

Por Zoé Valdés.

Vi el concierto de la Coronación, seré breve. Un concierto muy bien organizado y mejor preparado, impecable, con música variada, y sin reguetón, qué alivio. Lleno a abarrotar, y de un entusiasmo tremendo, inigualable. La diferencia entre los súbditos constitucionales y los ciudadanos de sociedades demócratas radica en que los primeros se ven contentos, alegres, y a los segundos la acritud y la amargura se les sale por los poros. No es lo mismo ser un súbdito ciudadano, que también lo son, a un esclavo moderno de las neo-sociedades totalitarias. En fin, el mar, que diría Guillén, el malo…

El príncipe William dio un discurso muy firme con rasgos emotivos; será un gran rey, su madre siempre lo vio, como también vio lo que sucedería con Harry: “William no me preocupa, quien me preocupa es Harry”, comentó en su momento. No se equivocaba, madre al fin.

Al inicio, lo más impactante a modo visual fueron las axilas como dos bosques de una de las cantantes, que no sé qué quiso reivindicar, porque de algo a reivindicar se trataba, seguro. Pero ya mi cabeza no me da para tanta reivindicación acumulada.

En cuanto a la realeza, pues no pudieron disfrutar más. El Rey Charles III se divirtió mucho con el dúo de los Muppets, Peggy y la rana René, Camila lo intentaba también. Como también intentó moverse cuando el Rey se levantó a marcarse un meneo con Lionel Richie, quien por otra parte parecía que llevaba un ladrillo en cada mejilla, y ya ni sabe entonar sus propias canciones; así y todo levantó en peso a la multitud, incluida a la realeza, como ya dije, con los niños Charlotte y George incluidos. Louis dormía, según comentó el propio Rey.

Katie resplandeciente, en rojo, con un Alexander McQueen que la embellecía todavía más; si es que se pudiera todavía más.

Harry no estuvo, ausente y me la juego que muy a su pesar,, se fue enseguida tras la Coronación, a comerse la tarta de limón casera que le hizo Meghan a Archie, quien cumplía cuatro años, porque según Meghan no hay nada más importante y auténtico en la vida que su torta casera de limón, ni siquiera la Coronación del Rey de Gran Bretaña, que va paso de convertirse en el evento del siglo XXI. Ah, pero su torta de limón casera, el no va más, vamos… Y es que cuando eres cutre, eres cutre, y punto retorta.

Felicidades a los británicos. God Save The King!

Zoé Valdés. Escritora y artista cubana e hispano-francesa. Nacida en La Habana, Cuba, 1959. Caballero de las Artes y Letras en Francia, Medalla Vermeil de la Ciudad de París. Fundadora de ZoePost.com y de Fundación Libertad de Prensa. Fundadora y Voz Delegada del MRLM. Ha recibido numerosos reconocimientos literarios y por su defensa de los Derechos Humanos.

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2 Comments

  1. Me llamaran cursi pero me vi todo desde la coronacion hasta el concierto porque guste o no a los antimonarquicos eso pasarà a la historia lamentando para entonces no poder ver la de Katie y William por biologia me divirtio mucho y me dieron mucha pena los reyes ya patojos en fin Harry?? bueno el escogiò quemar petrolio diluido no se puede pretender tener derechos sin deberes . buen articulo

  2. Vivian Bontempo Raventos

    No me perdí nada desde las 5:00 AM (EST) hasta el final. Me encantó todo. El pobre Harry… ha dejado q esa actriz de pacotilla lo aleje de los suyos. De todas maneras él también es culpable por dejarse manejar.
    Muchas felicidades a los Británicos. Una gran nación. God Save the King!

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