Por Miguel Pérez Pichel/El Debate.
La picadora de carne que es el Partido Conservador británico está a punto de cobrarse otra cabeza: la del primer ministro del Reino Unido Rishi Sunak.
En el cargo desde octubre de 2022, el partido ha perdido su confianza en el primer ministro después de una errática gestión. El inquilino del 10 de Downing Street es ya un «zombi» político y electoral cuya salida del gobierno podría ser inminente.
Un grupo de conservadores rebeldes, encabezados por Will Dry, exasesor de Sunak, estaría ultimando una maniobra para quitarse de en medio a Sunak y sustituirlo por una figura potente que pueda hacer resucitar las opciones electorales de los tories.
Señala el diario The Times que Dry era un ferviente partidario de Sunak hasta que, desencantado, renunció a su puesto de asesor y comenzó a conspirar junto con una docena de exasesores del gobierno y del parlamento para dar al Partido Conservador un golpe de timón.
La reciente encuesta de YouGov, con una muestra de 14.000 personas, que dan una aplastante victoria al Partido Laborista en las próximas elecciones ha hecho que el proceso se acelere. El mismo Dry habría ayudado a redactar las preguntas de la encuesta.
Para Dry existe, además, una amenaza añadida para el Partido Conservador: el exlíder ultranacionalista del UKIP, y pope del Brexit duro, Nigel Farage. Si Farage se presenta, apunta Dry, no quedará del Partido Conservador ni las raspas…