Por Ramiro Fdez-Chillón/El Debate.
Nicolás Redondo Terreros (Portugalete, Vizcaya 1958) fue el secretario general del PSOE vasco desde 1997 hasta 2001. Hace justo un año la actual dirección de los socialistas decidió expulsarle del partido por su «reiterado menosprecio a las siglas». En su entrevista con El Debate ha manifestado que no entiende «cómo la izquierda atenta, con el cupo catalán, contra un principio tan sagrado como el de la igualdad».
— ¿Qué le pareció el Comité Federal del PSOE de la semana pasada?
— No me sorprendió. Era lo que suponía que iba a pasar. Hablaron dos personas que yo estimo y considero –y que me parece que son unos dignos representantes del mejor periodo del Partido Socialista Obrero Español– Page y Lambán. Tengo un gran aprecio personal, además, por Lambán, que es una magnífica persona y un socialista de los de siempre.
Estoy en contra de esa visión confederal de España. Creo que los socialistas también deberían estar en contra de esa visión, que nos lleva a épocas anteriores a la llegada de los Borbones. Son tan progresistas, tan progresistas, que nos llevan al siglo XVI, cosa que no comprendo en absoluto. Y la nación española, además, por historia, es la que nos permite decir con toda tranquilidad que somos ciudadanos. ¿Creemos en ese mal ripio —que sería de un certamen de poesía de tercera— de la nación de naciones? ¿Qué es eso? Nadie sabe lo que es. Es el producto tanto del complejo ante los nacionalistas como del de la ignorancia.
— ¿Cómo valora que se entregue a Cataluña un concierto económico?
— En el documento pactado queda claro que el PSC y ERC reivindican la necesidad de recaudar, de administrar los impuestos en Cataluña. ¿Estamos de acuerdo con eso? ¿Estamos de acuerdo con confeccionar un concierto que rompe la igualdad de oportunidades en España? Es tan evidente que los conciertos rompen el principio de igualdad que para que tenga sentido —aparte de la mitología nacionalista— los conciertos vasco y navarro tuvieron que ser recogidos en la Constitución.
Estas cosas que dicen que ‘las comunidades podrán recaudar si quieren los impuestos’. Pero el Estado, ¿de qué vive entonces? Si eso es así, no solucionas que Extremadura, Murcia, Andalucía o Galicia sean regiones que necesitan, de todos, más. Porque no es, por cierto, solidaridad. La riqueza de Cataluña, del País Vasco, de Madrid, no es la riqueza de Cataluña, del País Vasco, de Madrid; es la riqueza de España…
Pulse aquí para continuar leyendo en la fuente.