Por Zoé Valdés/El Debate.
Pedro Sánchez ha escrito una de las cartas más extraordinariamente cursis que se haya leído jamás de un presidente de la democracia, sólo comparable (y esto le encantará) a la que escribía Napoleón cuando se hallaba en alguna contienda y suplicaba a Josefina que no se lavara allí abajo que estaba a punto de ganar y llegaría en breve para olerla, saborearla, y el resto… «Llegaré a París mañana por la noche: No te laves».
De modo que es muy probable que Pedro Sánchez se crea muy enamorado de su mujer, y no sea el caso, lo que tampoco importaría mucho a la ciudadanía a la que va dirigida su carta, porque él goza de su cargo con la intención de gobernar España y de ninguna manera para que nos importen y nos imponga sus cuitas amorosas…