EDITO

ED. Nayib Bukele: ¿dictador?

Por Zoé Valdés/El Debate.

Nayib Bukele, presidente de El Salvador desde 2019, ha sido una figura sumamente controvertida tanto a nivel nacional como internacional. El surgimiento del debate en torno a si puede ser considerado o no un dictador es producto de una serie de acciones políticas, reformas institucionales y dinámicas sociales que han marcado su mandato. Debo confesar que aplaudo todavía el modo que usó para eliminar la delincuencia de su país, tanto, que según él mismo es ahora el más seguro del mundo. Al mismo tiempo, algo nunca me acabó de cuadrar: primero, sus opiniones sobre Cuba, falsas todas, pero no me voy a detener en ello, y luego, su forma desproporcionada de medirse con el mundo, a nivel personal.

Bukele llegó al poder como un líder carismático y ajeno a los partidos tradicionales del país. Su discurso contra la corrupción y la promesa de un Gobierno eficiente le ganaron un amplio respaldo popular. Sin embargo, conforme avanzó su gobierno, crecieron las preocupaciones acerca de la concentración de poder y las decisiones que alteraron el equilibrio institucional.

Los argumentos de quienes lo consideran dictador son los siguientes: Concentración de poder: Diversos sectores han señalado que Bukele ha consolidado el control sobre las principales instituciones del Estado, incluyendo el Legislativo, el Judicial y las fuerzas de seguridad. Destitución de magistrados: En mayo de 2021, la Asamblea Legislativa, dominada por el partido oficialista, destituyó a magistrados de la Sala de lo Constitucional y al fiscal general, lo que fue considerado por críticos como un golpe al sistema de pesos y contrapesos. Estado de excepción: A raíz de la lucha contra las pandillas, el gobierno instauró repetidas veces el régimen de excepción, restringiendo derechos y libertades, lo que generó cuestionamientos sobre la vigencia de las garantías constitucionales. Restricción de prensa y disidencia: Organizaciones defensoras de derechos humanos han documentado intimidación y presión sobre medios de comunicación independientes y voces críticas. Bien, según estos mismos argumentos, España transita también bajo una dictadura, y Pedro Sánchez sería un dictador desde el primer día de su mandato…

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