Por José María Ballester Esquivias/El Debate.
«No, el cambio de rumbo de Vincent Bolloré en España no me sorprende en absoluto. Esto está completamente en sintonía con su actividad», explica a El Debate Marc Baudriller, actual director adjunto de la web conservadora Boulevard Voltaire y, entre 2003 y 2020, jefe de la sección de Medios de la influyente publicación económica Challenges. En esa condición, se reunió una quincena de veces con Bolloré.
«Es alguien», prosigue, «que lleva muchísimo tiempo protagonizando ofensivas, que está desarrollando su negocio familiar, el que heredó de sus antepasados, y que, al mismo tiempo, practica el asalto empresarial. Es lo que ha estado haciendo toda su vida, jugando en Bolsa o adquiriendo activos que considera infravalorados o que cree que podrá consolidar con sus actividades existentes de una forma que le resulte interesante». Así las cosas, no es sólo un ideólogo, como lo describe la izquierda, o alguien que tiene convicciones y que ha invertido en medios de comunicación de derechas; es ante todo un industrial y, por tanto, un financiero amante del valor añadido.
-De ahí que, en España, al animar al presidente de Prisa, Joseph Oughourlian, a distanciarse del Gobierno socialista, haya adoptado su línea de conducta habitual.
-Exacto. Consideró que ese activo [Prisa] estaba devaluado. Pensó que había margen de maniobra. También hizo muchas cosas similares en Italia. Y luego, efectivamente, se mete de lleno en el sector de los medios de comunicación con mucho éxito.
-Un sector en el que no tenía presencia.
-En absoluto. Estaba en el embalaje, en el comercio con África, en muchas actividades, pero para nada en los medios de comunicación. Hasta hace muy poco. La realidad es que ahora pone énfasis en esta industria de los medios. Y entonces sale de Francia para ir a ver fuera de nuestras fronteras si también puede hacer negocios en los medios de comunicación y por qué no consolidar el conjunto, porque es alguien que está obsesionado con consolidar sus actividades. Entonces, cuando tiene una actividad en algún lugar, intenta construir puentes, facilitar colaboraciones entre estas diferentes empresas para crear valor añadido y hacer que funcione mejor. Así lo hizo en Francia, internamente, con sus distintos medios, como Canal Plus.
-¿Cómo describiría el sistema?
-Se invitó a los canales en abierto a colaborar entre sí, a los periódicos a colaborar con los canales, a los canales con las radios, etc. Es muy probable que estén pensando en eso, también en ampliar ese sistema con medios que podrían adquirir en el extranjero.
– Bolloré tiene fama de llegar a las redacciones con métodos de coronel de paracaidistas. No le tiemble la mano: la larga huelga de buena parte de la redacción de Le Journal du Dimanche, conocido por sus siglas JDD, no le impidió afianzar su control sobre el periódico.
-Sí, es alguien que no le tiene ningún miedo al qué dirán, se ríe de ella, lo enfrenta, dice que «me van a llamar de todo, van a considerar que soy un jefe horrible, pero no importa, lo acepto». Y entonces, cuando se hizo cargo del canal de noticias CNews en Francia, que en ese momento se llamaba I Télé, despidió y expulsó hasta provocar una salida absolutamente masiva de periodistas y presionó para que se hiciera una redada, los invitó a irse con cheques y ventajas financieras que eran importantes, pero también diciéndoles que ya no servían y que, si no estaban de acuerdo con la línea, se les animaba fuertemente a abandonar el barco. Así que es alguien que no tiene miedo de hacer tabla rasa y llegar a un medio de comunicación renovando a una parte muy grande de la plantilla y en particular a los periodistas. Paga el precio que tiene que pagar, pero eso le permitió reducir personal, reducir costos y luego relanzar el todo con equipo más manejables y menos costosos.
– También se supone que su manera de ir cambiando líneas editoriales de los medios, es algo más refinada. En el Jdd no sucedió en dos días.
-Sí: fue muy rápido, porque para un propietario es bastante fácil. Una vez que se tiene el control de un medio de comunicación, al menos en Francia, se puede nombrar al director editorial. Y una vez que se ha nombrado al director editorial, él es quien marca la línea editorial. Después de esto, puede haber resistencia interna. Funcionó bastante bien con CNews, por ejemplo.
-En lo tocante al Jdd, al principio hubo un boicot por parte de la izquierda francesa y del macronismo. Ahora vemos ministros que cada semana dan entrevistas. ¿Cómo lo ha logrado?
-Es cierto que la izquierda se endureció en un principio porque estaba muy, muy presente en la mayoría de los medios franceses, y obviamente esta nueva línea editorial iba a trastornar el escenario. Y entonces hubo un boicot y campañas hostiles muy fuertes, y buena parte del mundo político que se negó a dar entrevistas, hablar, dar información, a los periodistas de CNews y del Jdd. El problema es que la política depende más de los periódicos de lo que los periódicos de la política. Por lo tanto, una vez que queda claro que se está en contra, los políticos siguen estando contentos de poder hablar ante un público que es el de estos medios de comunicación. CNews es hoy el canal de noticias líder en Francia. Así que, obviamente, representa un peso muy importante. Y hemos visto, por ejemplo, que esta mañana [viernes 7] el primer ministro François Bayrou ha pedido hablar en CNews. Bayrou, mano derecha de Emmanuel Macron y su firme apoyo desde 2017, cuando asumió la presidencia de la República. Así que, de hecho, hay una posición de principios de la izquierda y del centro contra estos medios, pero la necesidad es la ley y después de un tiempo, ellos también terminan llegando a esta parte importante de la audiencia.
– ¿Cree capaz a Bolloré de hacer lo mismo con El País?
– Mire, no tengo idea de lo que va a hacer en España, obviamente, no conozco bien el caso de El País. En cualquier caso, cuando tomó las riendas de I Télé, se trataba de una televisión que tenía un tono más bien de centro izquierda, por tanto, un poco comparable a El País. Y obviamente mientras no sea mayoritario, no toca nada. Todo dependerá del panorama político y mediático español. Si estima que hay un espacio que ocupar en la derecha, hay muchas posibilidades de que lo haga. Mas Bolloré no deja de ser un industrial que también mira más allá de la ideología. Entonces, si no hay nada a la derecha, si piensa que un arraigo de ese periódico a la derecha podría darle más éxito, lo hará…
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