EDITO

ED. Alfonso Ussía ha muerto

Por Ramón Pérez-Maura/El Debate.

Alfonso ha batallado con la pluma hasta el final. Escribir su columna era un impulso para vivir. Ya no podía teclear en el ordenador sus artículos. Se los dictaba a su hija Isabel hasta quedarse sin voz. Después de recibir la Extrema Unción siguió dictando hasta el último día que fue el pasado martes. Él ha demostrado que quería estar junto a sus lectores sin fallar a la cita diaria en El Debate desde nuestro segundo nacimiento el 1 de octubre de 2021. Y antes, allá dónde le llamaron. Siempre con un éxito de seguidores arrollador. En los medios impresos era más difícil saber a ciencia cierta en qué medida era más popular un columnista que otro. Pero en los medios digitales conocemos hasta el último detalle de cada artículo publicado. Y los que dirigimos este diario somos conscientes del enorme peso que ha tenido Alfonso en su éxito.

Alfonso nació en Madrid hijo de vasco y andaluza. Y de ambos heredó mucho. De su padre, la férrea lealtad a la Corona y en particular a Don Juan de Borbón. Siempre estuvo al lado del viejo Rey de derecho. Pero nunca fue cortesano como pudieron comprobar Don Juan Carlos y Don Felipe. Y de su madre la brillantez literaria de su abuelo, don Pedro Muñoz Seca. Ambos factores marcaron su vida.

Estudió en los colegios del Pilar y Alameda de Osuna. Ambos le ahormaron mucho. Alfonso empezó la carrera de derecho y más tarde la de periodismo. No terminó ninguna. Él quería ser escritor y esa carrera no existe. Y con este oficio se ganó la vida bastante bien. Pasó por los diarios Informaciones -con Jesús de la Serna de director y Juan Luis Cebrián de subdirector- Diario 16 y Ya hasta llegar a ABC donde hizo la parte fundamental de su carrera y asentó su prestigio.

Poesía satírica

Nos conocimos hacia 1985. Con la mediación de mi tío Íñigo Laserna -entonces Laula- mi madre logró llevarlo a Santander a dar una conferencia para una asociación de mujeres conservadoras que ella presidía. El tema era la poesía satírica española y escucharlo fue un regocijo. En esas lides Alfonso era muy provocador, además de un gran fabulador, pero tenía cuidado con qué decía dónde. Antes de dirigirnos al salón del Ateneo le preguntó a mi madre si podía incluir en su conferencia unos versos sobre el marqués de Villaverde. Mi madre le dijo que mejor no lo hiciera y no hubo más.

En aquellos años se metió en la locura de ser candidato a presidente del Real Madrid -una de sus pasiones hasta el final de sus días. Animó mucho la pugna con Ramón Mendoza que le ganó por la mínima. Cuando se descubrió la larga lista de socios difuntos que habían votado en las elecciones, a Alfonso sólo se le ocurrió decir: «Menos mal. Qué follón ser presidente del Madrid»…

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Nota de ZoePost:

Hoy es un día extremadamente triste para las Letras Españolas. Conmigo fue siempre tan amable y delicado. Gracias eternas, querido y admirado Don Alfonso Ussía.

Zoé Valdés.

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