Por Paloma Adrados Coart/La Gaceta de la Iberosfera.
Cualquiera que me conozca sabe de mi especial sensibilidad para con los niños. Esto es así porque, como adulta, soy plenamente consciente de que la infancia es una etapa de la vida caracterizada por la inocencia, la vulnerabilidad.
Desconocedores de la maldad y con una infinita confianza en las personas, esos locos bajitos tienen la capacidad de fascinarse ante cualquier acto, gesto cotidiano o conducta. Es su punto de partida. Es en esa etapa cuando miran el mundo por primera vez, cuando como esponjas absorben y aprenden todo de su entorno. Lo demás, es memoria.
A unos días de las elecciones generales, y tras la lectura de los programas electorales de los partidos políticos, me ha sobrecogido y preocupado profundamente descubrir que sólo un partido ha sido capaz de recoger y de ofrecer un marco de protección a los verdaderamente más vulnerables de la sociedad, los niños. Esos que se encuentran en constante riesgo de ser perjudicados, maltratados y alienados por razón de su inferioridad, indefensión y fragilidad.
Según estadísticas del Consejo General del Poder Judicial, España alcanza cifras de más de 90.000 divorcios anuales, más de un millón de personas adultas se hallan inmersas en procesos judiciales relacionados con asuntos de familia e infancia y cerca de un millón de niños se encuentran afectados por tales trámites. Ni que decir tiene que la inmensa mayoría de las rupturas se producen por la voluntad de cesar en la convivencia y no por la llamada «violencia de género».
Digo yo que estos niños —igual que los que viven junto a sus dos progenitores— no son menos merecedores de que se aplique el principio de igualdad entre su padre y su madre en esa unidad que, aun mediando una ruptura, siempre será su familia.
Pues resulta —de ahí mi preocupación— que sobre la efectiva aplicación de la igualdad en materia de familia para garantizar el bienestar de los menores mediante el ejercicio de su derecho fundamental a la vida familiar; para preservar y proteger el derecho de los hijos a mantener un contacto directo y permanente con sus dos padres por igual —esto es, sobre que la custodia compartida sea la regla general en los casos de separación entre cónyuges— sólo habla VOX…
La agenda angloMASONICA de destrozar la familia, y en si las relaciones NATURALES de los 2 géneros, ha hecho una tremenda tarea en esta Expaña SOCIALISTA que va “AL GARETE del Fin Civilizatio”, como ya dije por como 2 LUSTROS, por lo menos.