Política

Cuba sigue siendo una amenaza para EE.UU

Por La Opinión Cubana.

Mantenerse firme contra el régimen cubano ayudaría a liberar al pueblo cubano, proteger la seguridad regional y mundial y brindar estabilidad y prosperidad duraderas.

Una delegación de alto nivel del gobierno de EE. UU. estuvo recientemente en Cuba buscando “una mejor coordinación de las fuerzas del orden” para detener un éxodo creciente que solo en 2022 vio llegar a 313,488 cubanos a EE. UU. (encuentros nacionales), en su mayoría después de traicioneros viajes por tierra y mar. Como lo ha hecho varias veces en el pasado, Cuba está utilizando a sus ciudadanos como armas para obtener concesiones favorables. Apaciguar y recompensar a un régimen totalitario que oprime y empobrece a su pueblo y ataca a las democracias regionales es un error, especialmente porque continúa sufriendo sus propios fracasos. Ignora la verdadera naturaleza del sistema y brinda legitimidad y recursos para fortalecer a la élite gobernante en lugar de empoderar a su pueblo. Un enfoque miope solo pospone el inevitable colapso de un estado fallido, prolongando la agonía del pueblo cubano.

Este último acto de tratar al gobierno comunista de Cuba, un enemigo declarado de los Estados Unidos, como un actor diplomático legítimo llega en un momento propicio para el gobierno cubano. Ana Belén Montes, una de las espías más dañinas en la historia de los Estados Unidos, fue liberada recientemente de una prisión federal luego de cumplir 21 años de una sentencia ya indulgente de 25 años. Llevaba casi 17 años espiando para Cuba. Como analista senior de Cuba para la Agencia de Inteligencia de Defensa, tuvo acceso a inteligencia ultrasecreta de docenas de agencias federales. Montes trabajó diligentemente para convencer a la comunidad de inteligencia de EE. UU. de que, después del fin del comunismo soviético, Cuba no representaba una amenaza significativa para la seguridad. Otros agentes de influencia trabajaron en conjunto dentro del gobierno de los Estados Unidos y los círculos académicos para apoyar este punto de vista y moldear la política a favor de Cuba.

Montes fue liberada el 8 de enero: el 34 aniversario de mi deserción en 1989 como oficial de la Dirección de Inteligencia (DI) de Cuba y mi extracción por parte de la CIA de Ecuador, donde trabajaba con protección diplomática. Habiéndome entrenado en dos academias de la KGB en Moscú y dirigido el trabajo de inteligencia de Cuba para siete países latinoamericanos, informé a la comunidad de inteligencia estadounidense de la alta penetración que Cuba había logrado aquí y en muchos otros países. Había pasado años pensando cómo irme, cada vez más convencido hasta que fue inevitable. Viniendo de un trasfondo revolucionario de buena fe, mi desilusión había aumentado a medida que mis posiciones privilegiadas exponían las obvias contradicciones entre la ortodoxia marxista y de justicia social y la realidad del sistema. Quería exponer la verdad detrás de la fachada y la naturaleza perniciosa del régimen…

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