EDITO

ED. Cuba: 64 años de fraude electoral

Por Zoé Valdés/El Debate.

Recién se ha vuelto a celebrar ese paripé que el régimen castro-comunista de La Habana se empecina en llamar «elecciones», burlándose así una y otra vez, durante más de 64 años, de todo un pueblo y, de paso, del mundo. Varias personas se me han acercado para preguntarme qué creo de este esperpento amañado, y yo ya por inercia, reitero lo mismo, tal como responderían los colombianos (en remojo ahora): ¡Qué pereza!

No sé si se advierten que llevo todos los años de mi vida desde que nací en 1959 observando exactamente el mismo proceso cada vez que se inicia el período «electorero» en aquella isla, que es cuando a las autoridades militares de aquel régimen militar comunista se les antoja, de modo que mi copa no sólo se colmó hace rato, sino que llevo una colección de copas colmadas por idénticas razones: la abulia, el aburrimiento.

Nada es lo que parece

En Cuba nada es lo que parece, y lo que parece es absolutamente de una falsedad y desvergüenza insoportables. Cuba ya traspasó hace varias décadas el grado de dictadura para convertirse en tiranía, si vous voyez bien c’est que je veux dire, que en esta ocasión dirían los franceses, y todo, no sólo está absolutamente controlado, sino que además el amarre ha contado invariablemente con la aprobación de Estados Unidos, con la complicidad planetaria, y también habría que añadirle ahora: con el buen hacer de la oposición leal del cambio-fraude.
Cuba es una tiranía, y bajo tiranía NO se vota; fue el argumento que esgrimimos desde el exilio digno y radical en el año 2018, en las supuestas elecciones anteriores. Pero, entonces, la oposición leal recibió la orden del más allá castrista y del más acá norteamericano que había que llamar a votar NO.
Los irredentos del exilio insistimos en que NO se debía ir a votar. Algo bien diferente. Pero, los de la oposición del cambio-fraude, todos socialistas y altamente creyentes en que un socialismo mejor es posible (se atreven a rebautizarlo como «humano»), sobre todo en Cuba, donde ya tuvieron tiempo de hacer cualquier tipo de socialismo y nunca les ha salido más que espanto y horror, volvieron a empeñarse en que se debía ir a las urnas a votar NO. Bien, votaron NO, y nada ocurrió, lo que sabíamos de antemano que iba a suceder. Dediqué un breve capítulo de mi último libro editado en España La intensa vida para comentar los resultados, con sorna, claro…
  • Zoé Valdés es escritora y artista cubana e hispano-francesa
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