Sociedad

¡Corre! Ve y díselo a tus hijos

Por Gloria Chávez Vásquez.

 Una gran mayoría de los habitantes de Nueva York se queja de que la legalización de la marihuana ha perjudicado su calidad de vida.

“El hedor a marihuana que flota en la atmosfera es un sello distintivo del caos y el desorden”, escribe una comentarista en el New York Post.

Pero los multimillonarios cabilderos que han transformado la marihuana con la ayuda de los usuarios, dicen que es una panacea. Reclasificarla como cannabis, (su nombre científico) una droga de la Lista III “menos peligrosa”, es el objetivo de una industria que pasa de los 33 mil millones en dólares. La legalización a nivel nacional le otorgaría deducciones fiscales y expansión mundial. Y Trump lo está considerando, presionado económicamente por Kim Rivers, inversora de una de las grandes compañías de la marihuana: Trulieve.

El cabildeo para legalizar la marihuana ha redoblado sus esfuerzos en Estados Unidos, pero para sus frustrados defensores, la confirmación del nuevo administrador de la DEA, Terrance Cole, es mala noticia. Entre sus prioridades estratégicas se incluye la lucha contra el narcotráfico, los carteles y pandillas, el fentanilo y la violencia alimentada por las drogas.

La marihuana compite ahora con el alcohol y el cigarrillo. Pero a medida que se extiende su legalización, cada vez son más evidentes sus efectos dañinos a la salud y los beneficios prometidos por sus promotores no se materializan. Cuando los defensores de esta droga comenzaron a promover su legalización hace 15 años, presentaron la marihuana como un intoxicante suave, totalmente inofensivo y que podría incluso tener valor medicinal.

Alex Berenson, autor de “Verdades no contadas” dice que las noticias sobre la marihuana son cada vez más alarmantes. La marihuana de hace 40 años tenía una concentración del intoxicante tetrahidrocannabinol (THC) de un 5%, pero los productos industriales de hoy en día, como las gomitas los vaporizadores y los cigarrillos son más potentes y pueden llegar hasta un 99% del THC.

El cannabis y su principio activo, son tóxicos para el corazón y el cerebro. Es psicológicamente adictivo, provocando irritabilidad, depresión y cambios de humor si se reduce el consumo. Los reportes médicos actuales, revelan que el consumo de cannabis aumenta el riesgo de infarto del miocardio y accidentes cerebrovasculares; afecta las habilidades cognitivas, así como la circulación sanguínea y la respiración; de igual forma desencadena psicosis en las personas susceptibles y hay pruebas contundentes que relacionan la droga con el suicidio.

Los efectos del cannabis

Las investigaciones sobre los efectos de la marihuana en mujeres embarazadas demuestras que los bebes de madres consumidoras, son más pequeños en peso y talla. Se ha descubierto además, que el consumo de marihuana afecta el desarrollo neuronal de los infantes, lo cual explica alteraciones posteriores en sus neurotransmisores. Se ha mostrado que la exposición a la marihuana en la gestación, se asocia con problemas de comportamiento en la infancia, y en un creciente riesgo de comportamientos agresivos particularmente en las niñas.

Fumar hierba provoca sequedad en la boca causando caries y enfermedades en las encías, El químico activo que es el THC se infiltra en el torrente sanguíneo, así como en otras partes del cuerpo afectando el sistema inmunológico de manera negativa. El uso de marihuana está relacionado con el cáncer de cuello y el cáncer de boca.

La hierba contiene una serie de sustancias químicas tóxicas que afectan a los pulmones y por ende la respiración. Algunos de esos compuestos químicos son el cianuro de hidrógeno y el amoníaco. El humo del cannabis dilata los vasos sanguíneos, disminuye la capacidad de la sangre para transferir oxígeno, aumentando la frecuencia cardíaca e impidiendo que llegue al corazón en cantidad suficiente. Su impacto en el sistema cardiovascular es peligroso y puede causar daños graves a las personas que padecen enfermedades del corazón.

Fumar marihuana puede provocar síntomas de esquizofrenia en una etapa temprana de la vida. Reduce el nivel de testosterona en el cuerpo causando que el fumador enfrente problemas relacionados con la concepción de un bebé.

Marihuana vs Alcohol y cigarrillo

Igual que el público tardó décadas en darse cuenta de los riesgos cancerígenos de los cigarrillos, los daños del cannabis apenas empiezan a conocerse. Los billones que se gastan actualmente para vender una imagen positiva de la marihuana como droga recreativa y medicinal han influido en la opinión pública y su legalización, un hecho que hace que la ciencia emergente sea aún más alarmante. Cada vez más personas mayores consumen cannabis a pesar de los riesgos para la salud y la información contradictoria sobre sus beneficios medicinales.

La conexión entre el cannabis y las enfermedades mentales, incluido el trastorno psicótico de la esquizofrenia, es ahora evidente. Aunque sus partidarios argumenten lo contrario, su consumo está más relacionado con el desarrollo que con la cura de la ansiedad, la psicosis, la depresión y los ataques de pánico. Los consumidores crónicos tienen 5 veces más posibilidades de desarrollar una de estas enfermedades.

En el Reino Unido, la variante del hachís conocida como “barra de jabón” es el tipo más común de cannabis. Un estudio de muestras incautadas por el Servicio de Aduanas del Reino Unido (2001) encontró adulteración en el cannabis con muchas sustancias como tierra, pegamento, trementina, tranquilizantes, quitaesmalte de uñas y excremento animal, entre otras cosas.

La marihuana transgénica, conocida como Creepy tiene origen en Estados Unidos y lugares como los Países Bajos. La modificación genética de las semillas busca plantas más resistentes a cambios climáticos y a elaborados químicos, incrementando el THC hasta 5 veces más que una planta de marihuana común, y que permanece tiempo más prolongado en el organismo del fumador. El hachís es la resina concentrada que se produce a partir de las flores de la planta de cannabis hembra y resulta más potente que la marihuana.

En su libro «Díselo a tus hijos” (2019), Berenson expone “La verdad sobre la marihuana, las enfermedades mentales y la violencia». En aquel momento, los negociantes de la droga y sus cómplices mediáticos criticaron duramente el libro. El periódico británico The Guardian lo calificó de alarmista. Seis años después, «Díselo a tus hijos» fue reivindicado cuando investigadores en Quebec descubrieron un mecanismo crucial en el cerebro por el que el cannabis puede causar alucinaciones y delirios. Al mismo tiempo, un equipo de médicos en Colorado –el primer estado que legalizó el cannabis– informó que los diagnósticos de psicosis en los jóvenes consumidores se han disparado en los últimos 15 años. Estudios en consumidores asiduos reportaron una reducción del volumen del hipocampo y de la amígdala.

Promesas, promesas

Trece años después de que Colorado se convirtiera en el primer estado en legalizar el cannabis recreativo, el experimento ha fracasado. Los legalizadores no han cumplido sus promesas: Sus contribuciones fiscales y comerciales son escasas en los presupuestos estatales, las ventas legales deben competir con el persistente mercado ilegal, que sigue siendo grande y violento. Los beneficios del cannabis medicinal aun no logran una sólida aprobación científica.

Pero las poderosas fuerzas económicas y la negativa de los medios de comunicación a admitir lo que realmente está ocurriendo hacen que la mayoría de la gente aún no conozca la verdad. Ahora el uso recreativo se ha disparado hasta el punto en que ha superado al tabaco y al alcohol. Y las muertes por crímenes o accidentes causados por el uso y abuso de la droga continúan en aumento.

¿No es ya demasiado obvio que el uso generalizado de drogas como la marihuana están produciendo un caos social en la actualidad?

Gloria Chávez Vásquez escritora periodista y educadora reside en Estados Unidos.

 

 

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