Por Redacción ZoePost/Mundo Deportivo.
Leo abrió la victoria por 2-0 ante México con un zurdazo desde afuera y cuando la albiceleste no encontraba el camino.
El 10 y su selección buscarán el miércoles el pasaje a octavos contra Polonia, ante las que les podría valer incluso un empate.
Tenía que ser así. Tenía que ser él. Tenía que ser Messi. Cuando Argentina no lograba abrir ninguna puerta, Leo encontró la llave del alivio ante México, la que permitía recuperar la ilusión. Es inconmensurable el valor de ese zurdazo del 10 desde afuera y a un rincón. Por algo esa corrida frenética para gritarlo con los hinchas. Por algo el rostro desenfrenado, el puño apretado y el alarido “vamoooossss”. Fue el instante de quiebre. Después vino el derechazo sensual a un ángulo de Enzo Fernández, para que la fiesta fuese más grande. Sí, Argentina vive en este Mundial qatarí…