EDITO

¿Catalán o defenestración?

Por Zoé Valdés/El Debate.

Zoé Valdés inicia hoy tribuna semanal en El Debate, un periódico impreso surgido en 1910, en España.

a prensa argentina está que trina –no es para menos– ante el lamentable caso de las dos niñas, gemelas, que se lanzaron por un balcón porque ambas sufrían acoso escolar debido a su acento argentino y al aspecto masculino o varonil de una de ellas, la fallecida; su hermana ha sobrevivido, aunque su estado todavía es reportado de gravedad.
«El informe de los agentes de Cataluña incluiría el acoso como uno de los elementos de la investigación. Las menores eran hostigadas por compañeros de clase por su origen y acento argentino, entre otros motivos. También se molestaban con la joven que habría manifestado su voluntad de ser identificada como varón trans», según han citado medios locales.
Cartas que las niñas dejaron caer desde el balcón del departamento familiar serían algunas de las confirmaciones que han corroborado este horror:
Alana: «Estoy cansada de que me hagan bullying en la escuela, no lo soporto. Yo quiero ser feliz, pero evidentemente yo esto lo voy a sufrir el resto de mi vida y tomé la decisión de no seguir». Leila, en otra misiva: «Disculpas a todos. Ustedes saben lo que yo amo a mi hermana. Yo vi todo el bullying que sufre ella. Voy a hacer lo que ella decida. La voy a acompañar a donde ella quiere», de acuerdo con una declaración recogida en La Nación.
Hace años percibí esta deriva nacionalista; tras haber entregado un libro a una editorial, de una manera bastante idiota se empeñaron en corregirme los cubanismos (para ellos), castellano antiguo (para mí y para don Dámaso Alonso); inclusive surgió un argumento de risa, me salieron con el aquello de que la palabra furgoneta era catalana, respondí que probablemente, pero que aparecía en el Diccionario de la Real Academia y en el María Moliner como palabra española. La rabieta fue de altura.
En otra ocasión, mientras me maquillaban para entrar en un set de la televisión catalana, la productora se me acercó toda oronda con tono prepotente me preguntó si hablaba catalán, y sin esperar respuesta acotó: «Porque no sé si sabe usted que aquí hablamos idiomas». Opté por no inmutarme.
Al rato me dirigí al plató, el presentador me saludó en catalán, yo le saludé en francés. Algo extrañado soltó la primera pregunta, siempre en catalán, y yo continué contestando en francés… Al punto me detuvo: «Me está respondiendo en francés». Le dije que sí, que tal como me había comentado la productora del programa yo también hablaba idiomas. Idiomas y no dialectos…

 

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