Estimados Miembros del Parlamento Europeo:
Millones de mexicanos quienes nos consideramos honestos, trabajadores, educados y en pleno uso de nuestras facultades y derechos, nos dirigimos atentamente a tan distinguidos personajes de la política internacional, para aclarar que actualmente en nuestro país tenemos un gobierno que no nos representa.
Un gobierno cuya política, tanto interior como exterior, carece de apego a los derechos civiles y aún más a las formas de la diplomacia internacional.
Han podido Ustedes constatar el vergonzoso comportamiento de nuestro ejecutivo federal al responder a los señalamientos con los que acertadamente Ustedes enuncian, denuncian y reprueban las atrocidades que suceden a nuestra nación ante la insolencia, la indolencia y la indiferencia por parte de este ente político.
El contenido de tal respuesta evidencia una manifiesta falta de educación, de cultura, y en consecuencia una carencia de sentido que pueda interpretarse dentro del contexto de la decencia y por consiguiente de la diplomacia.
No va esta carta con la intención de una disculpa, pues no somos los mexicanos con conciencia el medio para ofrecerla, pues como mencionamos anteriormente, esta acción soberbia y ofensiva no nos representa, y por tanto, no nos compete hacerlo.
Los connacionales que crecimos dentro de los valores del buen juicio, la tolerancia y la decencia, apelamos a las nobles deferencias que Ustedes se dignen ofrecer a quienes nos mantenemos al margen de las lamentables ofensas que el ejecutivo federal de México, ha lanzado contra tan digno y respetable Cuerpo Parlamentario.
El representante de nuestro gobierno no sabe, no conoce, y mucho menos reconoce que el papel del Parlamento Europeo no solo consiste en fomentar los procesos democráticos de decisión en Europa, sino también en prestar apoyo a quienes luchan por la democracia, la libertad de expresión y unas elecciones libres y justas en todo el planeta. Que los derechos fundamentales de las personas no terminan en las fronteras de la Unión Europea. Confunde como atentado a la Soberanía Nacional la injerencia de una institución internacional que se pronuncia periódicamente —de forma individual y al unísono— sobre cuestiones relativas a los derechos humanos en países de fuera de la UE, puesto que estos derechos se consideran universales; y que la respuesta es la misma, tanto si la violación se produce en Myanmar/Birmania, a 8 000 kilómetros de distancia, como si ocurre en Belarús, país limítrofe con la Unión.
No sabe que la lucha por los derechos humanos también ha traído al Parlamento Europeo a muchos de sus destacados defensores. Malala Yousafzai, defensora paquistaní de la educación infantil; las mujeres yazidíes que fueron prisioneras del Estado Islámico de Irak; un médico de la República Democrática del Congo; presos políticos de América Latina: todos ellos han podido expresarse en la tribuna del Parlamento Europeo. Y si lo sabe, que la justicia y la libertad se lo demanden.
En fin, qué podemos esperar de un perfil político y social vengativo, que evidencia la misoginia, y que coquetea con las dictaduras sometedoras de los pueblos y el crimen organizado. Que no practica la humildad y no reconoce fallas y faltas. La crítica por sana y positiva que sea, le resulta ofensiva.
Los mexicanos estamos conscientes de que nuestros gobiernos en general, no han sido saludables y eficientes. Pero en la actualidad los aspectos económicos, políticos y sociales padecen un descuido crítico y sin precedentes. Y no es posible seguir culpando al neoliberalismo y al conservadurismo para tomar pretextos y no gobernar con una actitud resolutiva.
Tampoco se puede esperar mucho del que vanamente intenta emular a Benito Juárez, (ese personaje que en nuestra historia representa un símbolo de alto valor patriótico) y de quien cita de dientes para afuera la frase de “El respeto al derecho ajeno es la paz”. Muy bueno fuera que el representante del Poder Ejecutivo de nuestra Nación llevara a la práctica tan noble principio, pues no hay conexión entre su lengua y sus acciones. Va más allá de su comprensión que para ser respetado, hay que respetar primero.
“México no es este panfleto barato de un hombre frustrado”, ha manifestado el gran comunicador y analista político de nuestro país Don Pedro Ferriz de Con.
Para terminar, agradecemos mucho la atención que se sirvan Ustedes ofrecer a esta aclaración. Sin más por el momento, les deseamos todo género de parabienes. Reconocemos y consideramos que sus intervenciones y noble labor, harán de nuestro mundo un lugar digno y decoroso para que la humanidad viva en concordia y armonía.
Atentamente.
Todos los mexicanos que merecemos un gobierno que nos represente dentro del marco de la paz, la libertad y la justicia.
Y me pregunto que tiene que ver el Parlamento Europeo?, los mejicanos tienen elecciones libres aunque reconociendo que son fraudolentas pero toca a los mejicanos alzar las manos y destituir un loco chocho maligno como AMLO, ya tenemos mas que suficiente en Europa con nuestros problemas, que no soy empatica?, Sorry !! Mejico ha sido empatico con los cubanos?? o mejor dicho con Cuba?NO!! , ademas hago notar donde esta la firma de esta carta? dudo mucho que hayan firmado 130 millones de mejicanos