Brindis por el 1ro de Mayo

Por Ray Luna.

PERSONAJES

ALEXANDER. MARÍA ELVIRA. DOCTOR ORLANDO. ELIÉCER. LIBORIO.

ALEXANDER.- Ya se fueron pa’llá tras los del programa y estamos solos, por fin, sentados a esta mesa ricamente servida con croquetas y demás manjares, volvamos, pues, a platicar de lo que te decía esta mañana.

MARÍA ELVIRA.- No me acuerdo de qué cosa querías hablar.

ALEXANDER.- ¿Cómo no te acuerdas de aquello que habíamos platicado?

MARÍA ELVIRA.- ¿Platicado? ¿Eso es español?

ALEXANDER.- Sí mi amor, lo que habíamos conversado esta mañana antes de comenzar el show, lo de planear una actividad para impulsar tu reelección al distrito 27. Se acerca el 1ro de mayo y creo que es una fecha emblemática para los cubanos de Miami, que es como decir “la gente de mi CDR”.

MARÍA ELVIRA.- ¡Ahhh sí, sí, claro! Ya se me había olvidado. Pero antes quiero que me digas quién es este joven que mantiene mi taza de café siempre llena, como a mí me place.

LIBORIO.- Estoy sustituyendo a Yoani, señora, se marchó de vacaciones a la isla por unos días. Sesenta, para ser exactos.

ALEXANDER.- No faltaba más, le he pedido que se siente a la mesa con todos nosotros porque me interesan las opiniones de alguien ajeno a los trajines del cubaneo. Bueno, quien dice cubaneo, dice politiquería, chisme, brete, chanchullo, chivatería y todo lo que agrada en demasía a esa bola de morbosos que tengo por seguidores. Dinos la verdad que para eso le pago.

LIBORIO.- No se preocupe señor, siempre digo la verdad, aunque no me paguen.

MARÍA ELVIRA.- ¡Ay qué cómico!

LIBORIO.- En lo demás lleva usted razón, no tengo mucha noción de nada porque me la paso trabajando como una bestia desde que amanece hasta la noche. Cuando termino mis labores, siempre muy cansado, y por las que obtengo minúsculos emolumentos, prefiero echarme en la cama sin pensar. Como ustedes comprenderán, después de limpiar el corral de los cerdos, ordeñar la vacucha, arriesgar la vida recogiendo el huevo del avestruz para el revoltillo que desayuna la gente de producción, al tiempo que cuelo el café, barro el establo del penco, chapeo, limpio, reparto los productos de la granja sirviendo de bacinica para los insultos de clientes insatisfechos… en fin, que mi jornada es luenga, y cuando vengo a ver no me queda tiempo de nada. Por último, las gentes que trabajamos tan duro no podemos permitirnos el lujo de holgar en grandes convites y glotonías, puesto que el trabajo se hace así más pesado al día siguiente y estoy, naturalmente, muy lejos de ser un homo loquax. Pérdonenme si no apetezco nada.

ELIÉCER.- ¿Homo qué?

ALEXANDER.- Tal parece que te quejas, pero, bueno, ¿qué les parece si hacemos una lluvia de ideas?

ELIÉCER.- Oigan, una preguntica, antes de empezar, ¿si la croqueta se pega en el cielo de la boca, eso quiere decir que es buena?

DOCTOR ORLANDO.- Definitivamente, una buena croqueta siempre debe demorar entre uno y tres minutos con 32 segundos en despegarse.

ELIÉCER.- Seguro eso lo aprendiste en Brown.

DOCTOR ORLANDO.- Eso y un montón de cosas más que siempre trato de poner en práctica cuando escribo mis textos y desarrollo mis ideas innovadoras sobre el metarelato-pro-post-revolucionario-extremo-centrista.

ELIÉCER.- ¡Ño, recuérdame hacer una directa juntos porque estoy seguro que ese tema le va a cuadrar una pila a la gente de Puerto Padre!

ALEXANDER.- Bueno, bueno, qué les parece si empezamos por la izquierda.

ELIÉCER.- Muy bien, como ustedes saben, yo propuse celebrar el 1ro de mayo por todo lo alto aquí en Miami para demostrarle a los comunistas del lado de allá que nosotros aquí sí hemos tenido éxito. Por eso propongo hacer una feria con todos los negocios de cubanos exitosos en Florida.

ALEXANDER.- Me parece una buena idea, chico. Porque así podríamos rentar un local y no sólo cobrar a las empresas participantes por su stand, sino que también podríamos cobrar la entrada general al público. Me parece excelente.

ELIÉCER.- ¡Claro, compadre!

DOCTOR ORLANDO.- Interesante planteamiento, porque fíjense que estaríamos montando un negocio capitalista para promover el capitalismo en un día de celebración comunista para desacreditar a los comunistas capitalistas del régimen en la isla socialista. En el plano semiótico del posestructuralismo antimarxista críticoteórico esto tiene un simbolismo chomskiano. No se preocupen, yo puedo escribir un ensayo diferente para Diario de Cuba, 14yMedio, Cubanet y CiberCuba en un par de horas. De modo, que esta excelente propuesta tenga garantizado el apoyo intelectual que necesita.

MARÍA ELVIRA.- Ay gracias, no sabes cómo te lo agradezco porque así también podríamos neutralizar un poquito los demoledores artículos del Zoepost. A ver si con el respaldo de un tan eminentísimo doctor de la Ivy League me dejan en paz.

ELIÉCER.- ¿Áibiqué?

ALEXANDER.- A Zoé Valdés tú déjamela a mí, que tengo una sección del programa dedicada exclusivamente para ella. Y del periodista ése, ni te preocupes, ya publiqué su foto y su nombre. Tú verás que no pasa mucho tiempo sin que me llegue a producción alguna información con que pueda denostarlo. Lo que se sobra en Cuba es gente resentida y envidiosa, mija. Se la tengo guardada, le voy a enseñar quién es este “ladrón de ropa interior femenina”. Oye, conmigo hay que joderse.

MARÍA ELVIRA.- Ay, no sabes cómo te lo agradezco, porque ese SOB no de estúpida no me baja. Hace poco dijo en Twitter que Juan Manuel Cao no se rió en mi cara cuando le propuse lo de la base naval de Guantánamo porque, obviamente, o él también es imbécil o le pagué un dineral.

ALEXANDER.- Ah sí, ¿y cuánto le pagas a la gente de América TV?

DOCTOR ORLANDO.- Lo de la base es un proyecto en el que llevo trabajando mucho tiempo, largas noches en vela.

ELIÉCER.- A mí también me llamó estulto ese periodista aquella vez que propuse la magnífica idea de los portaaviones y lo del gran retorno, proyecto que, por cierto, aunque estaba medio curda cuando hice la directa, sí que hubiera sido tremendo golpe para la dictadura de haberse concretado.

MARÍA ELVIRA.- Les pago muchísimo menos que a ti, corazón. Pero eso no importa ahora, lo que importa es que ya nos desmontaron el cuento del INTERNET LIBRE. ¿Quién me asegura a mí que está feria por el primero de mayo me garantiza el voto de mi distrito?

LIBORIO.- Lo de la base naval ya lo había escuchado antes.

DOCTOR ORLANDO.- Lo dudo. No hay intelectual en este país capaz de proponer ideas tan claras y distintas.

LIBORIO.- Intelectual, no sé. Sin embargo, una prima a la que fui a repararle el techo después del ciclón Érika, tenía por aquel entonces un inquilino al que le rentaba ilegalmente su garaje. Este hombre, parecíame estar medio orate. Se la pasó hablándome de una filosofía anarcocapinoséqué y de unos tipos que dicen llamarse libertarios quienes alegan que los impuestos son un robo. Cosa que me pareció algo redundante.

MARÍA ELVIRA.- ¿Por qué?

LIBORIO.- Bueno, pues porque si los impuestos no fueran impuestos por la autoridad no se llamarían impuestos sino voluntarios. Y si algo aprendí de mis años en Cuba y aquí es que nadie se deja robar voluntariamente.

ALEXANDER.- ¿Eso qué tiene que ver con qué?

LIBORIO.- Bueno, permítanme explicarme: este hombre me contó que tenía una página de Facebook con el nombre de PROYECTO GUANTÁNAMO. Básicamente, según lo que pude entenderle al señor, la idea era construir un país nuevo dentro de la base naval.

ELIÉCER.- ¿Qué más te dijo?

LIBORIO.- Que en realidad todo eso era jodedera. Recuerdo haberle preguntado si ese país tendría una sección de intereses y me dijo: “Muchacho, si ponemos una embajada la cola llegaría hasta La Habana”. Luego hablamos un poco de toda esa gente que murió ahogada o quedó mutilada tratando de llegar a la base, lo que supondría un nuevo dilema.

DOCTOR ORLANDO.- ¿Qué dilema es ese? Si se puede saber.

LIBORIO.- Bien, decidí seguir el hilo a su extraña charla con tal de olvidarme de la terrible insolación que me hacía el trabajo insoportable y convinimos ambos en que este nuevo país tendría, por ejemplo, que gastar gran parte del PIB comprando minas antipersonales, puesto que, los emigrantes ilegales del país colindante podrían encontrar rutas siguiendo el rastro que dejarían los cadáveres y miembros cercenados de sus compatriotas e invadirían. Según esto, habría igualmente que construir un muro.

ELIÉCER.- Un muro como el de Tron.

LIBORIO.- No, más bien como el qué existe entre Guatemala y Chiapas.

DOCTOR ORLANDO.- Esas son sólo nimiedades, siempre habrá daños colaterales.

LIBORIO.- Pero eso no es todo, también llegamos a estar de acuerdo en que las agencias gubernamentales de migración y las de inteligencia deberían formar una sola entidad, no sea que pase lo mismo que acá, donde se permite libremente la entrada de comunistas y agentes del G2.

ALEXANDER.- ¡Está bueno ya! Pasemos de ese asunto que, a fin de cuentas, ya está olvidado.

ELIÉCER.- Pero si no tiene ni dos semanitas que ustedes estuvieron promoviendo esta iniciativa.

ALEXANDER.-¡Ay, hijo de mi alma! ¡Criaturita! ¿Qué no te das cuenta de nada?

ELIÉCER.- ¿Qué dices?

ALEXANDER.- ¿Acaso no te has percatado de que este pueblo tiene la memoria corta? ¿Acaso tengo que enumerar la cantidad de gente que ha desembarcado en Miami con un pasado comunista y represor? ¿Tengo que recordártelo a ti?

MARÍA ELVIRA.- Muchacho si la gente aquí no se acuerda ni de que éramos demócratas y adorábamos a Hillary hace tan sólo unos días.

LIBORIO.-A mí no se me olvida que no quiso marchar con las Damas de Blanco.

ELIÉCER.- Eso no viene al caso ahora. Volvamos a la feria, ¿cuánto valdría la entrada?

DOCTOR ORLANDO.- Interesante punto de vista el de ese personaje, cuál dijiste que era su nombre. Digo, para darle follow en Instagram.

LIBORIO.- Joicy García, si estoy cierto.

ALEXANDER.- ¡Bueno ya! ¡He dicho que ya basta! A ver, ¿qué negocios piensan ustedes invitar a participar en esta nueva iniciativa? Por mi parte, pienso invitar a Las Villas Yúleri y a Mallami Güindo Andor Imprufmen.

ELIÉCER.- No se te olvide Miami Croqueta.

MARÍA ELVIRA.- Aparte de mí, ¿crees que puedas traer a Rosa María?

DOCTOR ORLANDO.- No creo que sea conveniente, la gente podría asociar los grants con los negocios. Todo el mundo, en cambio, sabe que la política es un negocio. Sin embargo, la labor de Rosa es más bien vista como un sacrificio, la obra de una santa. Esa imagen no debe mancharse así nomás.

ALEXANDER.- Hay que invitar a Chocolate y a Aldo. Se me ocurre un concierto de rap por la mañana y cerrar en la noche con uno de reggaetón. Quizá podamos tramitar un permiso para vender bebidas espirituosas con el comisionado Carollo.

ELIÉCER.-Perfecto, un evento para toda la familia.

DOCTOR ORLANDO.- Desgraciadamente, no podré acompañarlos, tengo que ofrecer una conferencia en la Universidad de Alaska ese día. Me figuro, no obstante, que mi sapientísimo colega, Ernesto Morales, podría fungir como animador del espectáculo. Perdón, quise decir del evento.

MARÍA ELVIRA.- Pero díganos usted ¿qué piensa de todo esto? Para eso está aquí, queremos escuchar la opinión de la gente del pueblo.

LIBORIO.- Creo que esas empresas no son tan exitosas.

ALEXANDER.- ¡Ah no!

LIBORIO.- Perdóneme que disienta, señor.

ALEXANDER.- No, a ver, dime, dime, no tengas pena. Al cabo, para eso te senté a la mesa.

LIBORIO.- Sin ser un experto en el tema, señor, puedo decirle que…

ALEXANDER.- ¡Al grano!

LIBORIO.- Si van a invitar a todos los comerciantes y negociantes exitosos de Miami, pienso habrá que hacer espacio para las agencias de pasaportes, paquetería, viajes y vuelos charter , las mulas, lancheros, coyotes, tarjeteros, coleros y, en fin, un largo etcétera.

ELIÉCER.- Podríamos invitar a la gente de CubaMax ¿no?

ALEXANDER.- ¡Ay mi vida, no seas estúpido! ¿Te vacunaron contra el sarcasmo?

ELIÉCER.- No te entiendo.

DOCTOR ORLANDO.- Díganos, si usted pudiera hacer algo para boicotear el desfile del 1ro de mayo de los comunistas en La Habana, ¿qué haría? Ya que es usted tan taimado.

LIBORIO.- Eso ya lo tengo resuelto.

MARÍA ELVIRA.- No me diga.

ELIÉCER.- ¡Sí, sí, que diga, que diga!

ALEXANDER.- Pues qué se puede decir sino que los opositores y disidentes se mezclen entre la gente y griten consignas como “Patria y vida” o “libertad”.

MARÍA ELVIRA.- Ay pero déjalo que hable. Dices que lo tienes resuelto ¿cómo es eso? Di.

LIBORIO.- No tengo ninguna influencia sobre esa gente. Pero, bueno, tengo una tía en Cuba, que es el único pariente que me queda por allá. Mes con mes, religiosamente, le envío una pequeña remesa para que no muera de hambre. La pobre trabaja como secretaria porque lo que le mando no da para vivir. No obstante, me ha jurado que no irá al desfile de los comunistas. Por si acaso, ya le comenté que si llegase a marchar voy a dejar de llamarla y enviarle su estipendio por al menos seis meses. Voy a cerciorarme de que no me engañe llamando a su teléfono fijo ese día en la mañana. De esta manera, no lastimo a nadie y todo queda en el ámbito de lo privado.

ALEXANDER.- Gracias, ya puedes marcharte y continuar con tus labores.

ELIÉCER.- Interesante sujeto. No me desagrada su propuesta. Deberíamos hacer una directa entre todos, ahora que se ha ido y proponer la iniciativa como nuestra.

DOCTOR ORLANDO.- Mmmm nunca se me hubiera ocurrido que en el plano individual cada cual podría chantajear a quienes el gobierno chantajea. Si entendí bien, este sujeto cree que hay que obligar a los cubanos a ser libres, pero sólo desde el ámbito familiar. Extraordinaria idea, sin duda.

MARÍA ELVIRA.- ¿Será posible?

ALEXANDER.- Señores, enfóquense y dejen la bobería que sin feria no ganamos nada.

Ray Luna es filólogo y bloguero reaccionario.