Por Dr. Rafael Marrero
No lo pueden negar. De que hay vínculos y complots, los hay. Si lo duda, visite el sitio web de Black Futures Lab, intente donar dinero y verá quién les patrocina: la Asociación Progresista China (CPA por su sigla en inglés), socia y representante en Estados Unidos del Partido Comunista Chino.
Aunque la CPA fue fundada en 1972 para velar por los intereses de la comunidad de inmigrantes chinos en San Francisco, California, la realidad está demostrando que, aparte de eso, responde a la agenda china en contra del sistema estadounidense. Básicamente, viene siendo una extensión de los intereses chinos que intentan derrocar el capitalismo a como dé lugar.
La doble agenda
Vayamos por partes: Black Futures Lab surgió en 2015 por iniciativa de la cofundadora del movimiento Black Lives Matter (BLM), Alicia Garza. BLM, a su vez, tuvo su origen en 2013 para defender los intereses de la comunidad negra en EE. UU., sin embargo, detrás de esa fachada reivindicativa, existen evidentes posturas marxistas y procomunistas.
Justo en un año de elecciones presidenciales en nuestro país, cuando el actual mandatario, Donald Trump, podría resultar reelegido, turbas de manifestantes de BLM salieron a las calles de importantes ciudades a fin de saquear propiedades y agredir a ciudadanos, tomando como excusa la muerte del afroamericano George Floyd.
En un país donde existe la libertad de expresión y manifestación, cualquiera está en su derecho de protestar. Por supuesto que sí. Pacíficamente. Lo que no está nada bien es que, bajo el pretexto de aclamar justicia para el fallecido, acaben con todo lo que se encuentran a su paso: autos policiales, estatuas, comercios, etc.
En el peor momento de la era moderna, cuando una pandemia azota fuertemente al país y al mundo, llegan ellos con fuego, robo, saqueo y hasta gente herida a causa de tan violentos disturbios. Cualquiera diría que hay una doble intención en el mero hecho de “protestar”. Y claro que la hay: la de desestabilizar al país y a nuestro sistema capitalista mediante el caos.
La clara evidencia
Quienes encabezan y apoyan a Black Lives Matter y a su par, el Movement for Black Lives (M4BL), surgido en 2014, abrazan también al Black Futures Lab, presumiblemente creado para diseñar políticas y estrategias que fortalezcan a las comunidades afroamericanas, y, claro está, para unir fuerzas con los organismos similares que le preceden. Hasta ahí, todo bien.
Sin embargo, ahora que es del dominio público que la Asociación Progresista China patrocina al Laboratorio del Futuro Negro, como le llaman en español, quedan en sobrada evidencia los nexos de los comunistas chinos con estos movimientos autollamados “radicales”, “anticapitalistas” y “marxistas entrenados”.
Quienes pensaban ─y aún piensan─ que era “cosa de los republicanos” alertar sobre la doble intención de los disturbios que tanto nos han afectado este año, ¿qué van a decir ahora? Ustedes, los que cuestionaban ─y aún cuestionan─ la percepción de la derecha ante las violentas protestas, ¿qué creen sobre la financiación de los chinos a Black Futures Lab?
¿Qué tienen que decir cuando ha trascendido que la CPA no solo ha alentado las manifestaciones de BLM y similares, sino que, incluso, ha participado en algunas de ellas? ¿A ustedes no les bastaba con saber cómo piensan los líderes de esos grupos?
Porque, a la par de sus agendas en pro de los derechos que defienden, igualmente han dejado bastante claras sus posturas políticas anticapitalistas. La mismísima Patrisse Cullors, cofundadora de BLM, ha confirmado que su agenda va más allá de lo racial.
«Trump no solo no debe estar en el cargo en noviembre, sino que debe renunciar ahora. Nuestro objetivo es sacarlo”, dijo recientemente al programa The Lead de la CNN, según reportó en su momento el Diario Las Américas.
Pincelada extra para que vean hasta dónde llega su posición ideológica: cuando murió el dictador cubano Fidel Castro, en 2016, los miembros de BLM convocaron “su guía, fuerza y poder” para seguir luchando, en un comunicado lleno de elogios hacia el tirano comunista. Señores, dos más dos son cuatro.
La sempiterna rivalidad
Como ya es sabido, China intenta superar a los Estados Unidos mediante todas las vías posibles: robo de secretos comerciales, violación de marcas, usurpación de patentes, espionaje cibernético y un largo etcétera que ahora también suma la financiación y el apoyo al caos promovido por BLM.
No hay dudas de que la nación asiática se ha puesto a trabajar en función de fomentar los disturbios que tantos estragos han causado en diversas urbes estadounidenses. Está claro que en, sus ansias de derribar a su rival más fuerte, se está congraciando con quienes pretenden debilitar al país, en particular, y a su sistema, en general.
Al Partido Comunista de China todo esto le conviene. ¿Qué mejor idea que identificarse con la misión de estos grupos y patrocinarles? Todo encaja como piezas de un rompecabezas. Desde el mismo origen de la CPA en San Francisco, en 1972, en el contexto del Movimiento Asiático Americano, de orientación marxista, el gigante asiático lo ha tenido claro.
Ahora que BLM ha cobrado fuerzas ─de conjunto con la BLM Global Network, que también acciona en Canadá, Australia y Europa─ los chinos, es de asumir, estarán más que interesados en seguir incitándolos y apoyándoles.
A fin de cuentas ─dirán─ mientras más protestas violentas haya, mientras más autos policiales se quemen, mientras más comercios se destrocen, mientras más daño sufra la economía americana, más inestable y vulnerable se volverá el sistema capitalista, ¿no?
Pues fíjense que no. Que hemos sido perjudicados económica y socialmente por las turbas enardecidas, sí; que, principalmente, dueños de pequeños negocios pertenecientes a minorías han tenido que reparar sus establecimientos rotos y saqueados, sí, pero que les quede clarísimo que siempre hemos sabido sus reales intenciones y que nunca se saldrán con la suya.
Estamos claros de que China aboga por el debilitamiento de nuestra sociedad americana. Somos conscientes de que los brazos armados de esta “nueva” izquierda radical, también. Guerra avisada no mata soldado.
Nosotros, ciudadanos estadounidenses que amamos y defendemos a nuestra nación y a nuestro sistema capitalista por encima de todo, no nos dejaremos vencer. ¡Jamás! ¿Leyeron bien? ¡Jamás!
Rafael Marrero es economista, empresario, y Editor de Economía de ZoePost.
Claro que no!!! Hay que luchar, escribir, confrontar no fisicamente, descararterizarlos, convencer a los escépticos, a los tontos útiles, a los independientes, etc., etc. Si Trump no gana en Noviembre, no esperen elecciones libres en el 2024. Además, a MÍ entender, gane el que gane, una lucha se desatará y sus consecuencias serán impredecible. Hablemos con nuestros amigos, familiares, conocidos, etc y convensámoslos de que si Trump pierde, se perderá la democracia en EEUU, de por siempre, pues cuando el comunismo agarra el poder no lo suelta, sino es a la fuerza.
Esclarecedor. Gracias