Por Néstor Rodríguez Lobaina.
Durante mas de seis décadas, la Nación Cubana ha asistido impávida a la industria del crimen, del asesinato y de la aniquilación, no solo de su propio pueblo , sino también de la dignidad nacional, protagonizada por el Partido Comunista de Cuba, una auténtica organización criminal, que a juicio de las víctimas, que no son pocas, deberían desaparecer del espectro político de la nación.
Hoy la humanidad toda, conoce que el Comunismo, como ideología impuesta por la fuerza y el terror ha traído consigo a más de 150 millones de víctimas asesinadas por éstos en toda la geografía global donde se han podido instalar.
Muchas naciones del mundo han proscrito semejante ideología, de la misma manera que se ha proscrito el Nacional Socialismo Alemán y sus homólogos en diferentes países del Mundo libre hoy. Incluso, en naciones donde nunca se ha podido imponer, ni en las urnas, ni a través de la fuerza, como ha sucedido en otras.
Cuba no debería ser una excepción.
El futuro de Cuba debe decidirse en las urnas de la soberanía nacional popular, con elecciones libres y plurales . Con participación de todas las fuerzas o corrientes de pensamiento político existente hoy, tanto dentro como fuera de nuestras fronteras.
Es lo que dicta el sentido común.
No lo decide una persona puesta por un determinado gobierno extranjero a dedos. Nada más anti democrático.
Ya está bien que EEUU o Europa estén poniendo Presidentes a su antojo a naciones independientes desde sus burós, en detrimento, olvido y afrenta a las víctimas mortales y no mortales del Comunismo en Cuba y demás países en la región que sufren semejante flagelo.
Por ahí no paso yo.
Cualquier decisión debe ser consultada en las urnas de la soberanía nacional y aprobada por la mayoría popular.
Eso se llama Democracia, y nació hace siglos en la lejana Grecia. Lo demás es un FRAUDE y CIRCO.
En mi humilde opinión, no todo vale.
Hay que buscar alternativas a este fraudulento e infame proceder.
La historia desde la Manigüa se repite .
Esto es exactamente igual al Pacto del Zanjón, que rechazó Antonio Maceo, «El Titán de Bronce » como cariñosamente le bautizó la historiografía criolla y han condenado la mayoría del pueblo cubano, a lo largo de su bregar histórico.
Debe haber una reacción de los cubanos y su exilio decente, ante semejante infamia.
Ningún método ilegítimo y fraudulento pasará inadvertido, ante la desinformación y manipulación de la Conciencia Nacional.
Habrá contienda civilista… y ante los Zanjoneros, la eterna y maceísta Protesta de Baraguá.
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Nestor Rodríguez Lobaina es expreso político de la Primavera de Cuba, exiliado en España.
