Por Redacción ZoePost.
El gran Maestro de la novela de espionaje nos ha abandonado en el año de todos los males. Su fallecimiento tras una lucha de varios años contra el cáncer no cesa de perturbarnos aunque él mismo se había encargado de preparar a sus lectores para un final tranquilo y sin temores. El dueño de tantos de nuestros insomnios deja un legado perdurable en el tiempo, como sólo la gran literatura puede llegar a serlo.
Una de las frases que preferimos de su autoría es la siguiente: «Soy justo un escritor que fue, brevemente, espía».
EPD.
Pingback: Adiós al Maestro de la novela de espionaje, John Le Carré – – Zoé Valdés