Cultura/Educación

Academia: ¿educación o idiotización?

Fotograma de ‘Partie de campagne’ (1946). George Bataille, Sylvia Bataille, Henri Cartier-Bresson

Por Andres R. Rodríguez

 ¿Cómo es posible, que luego de saberse los errores y horrores de gobernantes en nombre del marxismo (Stalin, Mao, Castro I y II y Pol Pot…) sobrevivan y peor aún, se les considere hoy con cierta simpatía o muy ligero rechazo en muchas universidades? ¿Están vigentes en las sociedades modernas, las ideas de Robespierre y Rousseau, Marx y Engels, Lenin, Trotsky y Mao…?¿Pueden ser referidas como Ciencia las ideas conexas, análogas o derivadas de Sartre, Marcuse, Derrida, Foucault…?¿Cómo es posible que tantos académicos norteamericanos viajen hoy a Cuba para mostrarles a sus estudiantes, con expresada admiración, un “sistema alternativo al capitalismo”…? ¿Sistema? ¿Cómo es posible, que tantos académicos consideren la igualdad como algo deseable en las sociedades humanas, cuando observando superficialmente la fisiología de cualquier ser vivo o de sus conjuntos (ecosistemas) vemos que fuerte y consistentemente tienden a crear diversidad y discriminar la opción mejor?¿Pueden evolucionar contranatura los grupos humanos?

Las anteriores preguntas son complejas, pero mi respuesta es simple. La mayoría de los académicos de humanidades no toman la realidad para moldear su pensamiento, sino que al contrario pretenden desde sus elucubraciones transformar el mundo. Padecen de pura arrogancia intelectual y de generalizado wishful thinking. Sin embargo, apenas tienen pensamiento crítico o métodos científicos. O para decirlo de una manera comedida y decente, las humanidades son literatura y la sociología y las ciencias políticas tienen 90% de ficción y 10% de ciencia.

Desde planteamientos filosóficos o sociológicos pretender hacer reingeniería social, lleva a resultados impredecibles y, por lo general, desastroso. ¿Por qué insisten estos sesudos? Repetimos: por pura arrogancia intelectual.

Una cosa es ser oposición intelectual, criticar los defectos de un sistema en teoría, otra muy distinta es derribarlo a machetazos y pretender construir una sociedad “justa” desde cenizas y utopías. Todas las veces que esto se ha intentado, el resultado ha sido más desastroso que los defectos del orden precedente. Las ciencias nos han hecho evolucionar tanto cultural y biológicamente porque son evolutivas y reformistas, no incendiarias y revolucionarias.

Las ciencias nos han hecho evolucionar tanto cultural y biológicamente porque son evolutivas y reformistas, no incendiarias y revolucionarias.

La sociología insiste en considerar el fenómeno humano, como acción, efecto o “producto” de lo colectivo, totalmente divorciado de lo individual. Ello puede ser una consecuencia de la dificultad de conocer la complejidad de lo social. Ya en siglos pasados los científicos han despejado muchas ecuaciones en el nivel Físico y Químico. En la actualidad la ciencia va descifrando algunas de las claves de lo biológico. Pero las claves de lo social, son apenas vislumbradas. Aún la inteligencia humana no está arbolada para definir una ecuación con tantas variables como son los grupos humanos, el fenómeno humano, como le llamara T. de Chardin.

Tratar de interpretar lo humano como puro resultado de lo gregario, hace de las humanidades muy errónea alquimia, ficción fatalista, nada de ciencia. Cuando filósofos, sociólogos, cientistas políticos y en general todo tipo de buenazos “humanistas” (incluidos algunos artistas, escritores, politiqueros) se empeñan en exponer el fenómeno humano, generalmente quieren explicarlo con ciertas sencillas formulitas y resaltan lo “colectivo”, la “masa”, el “pueblo”. Olvidan lo esencial: el individuo y más aún, el individuo fuera de serie. ¡Y este es el fundador de la modernidad!

Tal vez el mejor exponente de esta acentuación de lo colectivo y minimización del individuo, lo tenemos en un planteamiento central de C. Marx: sostiene el somos producto de un cierto fatalismo histórico y económico en que ¡las fuerzas productivas chocan con las relaciones de producción¡ …y…¡Eureka!…aparece en la historia un nuevo sistema social. Este parto de la historia, dice, lo precipitan los proletarios, los muchos.

¿Quién frotó la lámpara para que saliera este genio? En la historia emergemos, según dice Marx, porque la economía no solo influye, determina. Los seres humanos, todos, tenemos “oro-tropismo positivo”. Nos ponen cerca una moneda de oro a la vista y vamos hacia ella automáticamente. El oro (lo económico) nos idiotiza, pretende Marx.

¡Totalmente falso! La propia vida del pensador Marx, niega su aserto intelectual. En su biografía está claro que soportó grandes penurias para poner en conjunto sus pensamientos, y sólo supervivió gracias a la ayuda desinteresada de su amigo Engels ¿Y me viene a decir que nos movemos sólo por intereses económicos?

El absurdo materialismo histórico no es más que fatalismo económico. La historia no es una secuencia lineal y fatal. No pasamos linealmente de la comunidad primitiva al esclavismo, feudalismo, capitalismo y socialismo-comunismo. Las sociedades se van haciendo más complejas y diversas en la medida que ocurre el proceso civilizatorio, Actualmente coexisten diversas formas sociales en interrelación planetaria.

Por otro lado, no es la masa actual la que funda futuro. La humanidad, ha ido emergiendo de la igualdad cósmica y de sus miserias zoológicas, halada por sus excepcionales, los que se mueven aún contracorriente. La evolución cultural se debió a héroes, talentos, genios e inauguradores de todo tipo que se negaron a marchar como domesticadas ovejas. Eso lo intuimos todos, pero lo niega Marx.

¿Como es posible que tantos académicos, tomen sus estrados para imponer ideas que diluyen al individuo en una diarrea social?

Una cosa es la igualdad ante la ley y que no se creen castas privilegiadas y élites cerradas (en el concepto de Toneybee), otra es hacer la igualdad y la justicia social redistributiva objetivo principal de todo gobierno.

La justicia debe ser neutra para todos, sin prejuicios. Permitir que grupos de intereses especiales exijan privilegios ante la justicia no es justicia social, es injusticia invertida. Es un simple cambio de sujeto, no de principio. Si un esclavo logra tomar las armas y encadena a su anterior amo, el sistema continúa siendo esclavista.

Convertir en el centro de la cultura la vigilancia de los otros, no se trata de Ciencia sino de entronizar las bajas pasiones humanas y retardar la evolución cultural. No se trata de razón, sino de pasión. Y baja pasión. Estas ideas, aplicadas indiscriminadamente, son propuestas del pasado, no herramientas de futuro.

Convertir en el centro de la cultura la vigilancia de los otros, no se trata de Ciencia sino de entronizar las bajas pasiones humanas y retardar la evolución cultural. No se trata de razón, sino de pasión.

Los planteamientos de Marx, no son un llamamiento a la Razón sino una exaltación de las pasiones humanas (envidia, vanidad, delación, vagancia). Todos las tenemos y comprendemos. La masa ante la alta inteligencia y la alta cultura, lo primero que hace es tratar de aplastarla. Solo si resiste esos embates, la masa puede considerar aceptar una idea o un individuo que la plantea.

El alegato marxista es a las bajas pasiones, lo peor del ser humano .

Los intelectuales y académicos de humanidades por lo general no tienen un pensamiento analítico o crítico, derivado de la duda cartesiana. Tienden a ser verborreicos y cerrar sus ojos ante numerosos hechos empíricos, ante la historia. Es muy engorroso pertenecer a sus círculos (P. ej. para publicar en ciertas revistas tienes que citar a otros 20 que digan similares futilidades. Entonces, no son tus ideas lo que publicas, tienes que leerlos y citarlos a ellos. De esta manera, en la actualidad en las áreas humanísticas de las universidades, prepondera un pensamiento uniforme, poco original, conservativo, y casi solo pueden hablar colegas o estudiantes que acepten sin titubear las creencias del status quo “humanista”). Ese sector académico que en bloque pretende que el fenómeno humano reside en su estructura gregaria (masa, pueblo, humanidad e igualdad son sus términos preferidos) y no en el individuo y específicamente en los excepcionales, está causando un grave daño a la cultura que dicen portar y representar.

En el proceso civilizatorio, occidente emergió de cultivar su diversidad cultural y dejarle espacio a los excepcionales, a los creativos. Oriente se vio retrasado por su amplia aceptación del colectivismo, y/o de rígidos sistemas de casta.

La actual aceptación generalizada en carreras humanísticas de preceptos colectivistas, en su origen abiertamente marxistas o marxistoides, hoy igualitaristas y buenistas, ha ido convirtiendo la cultura de Occidente en intolerante y excluyente de alternativas de pensamiento. Esta intolerancia actual la imponen Doctores que no son doctos y especialistas de rango estrecho, “humanistas” enfocados a lo nimio, una humanística que pretende salvar a la humanidad sacándole el corazón a los excelsos y sacrificándolos al “dios Humanidad”. Es una forma blanda de colectivización. ¿Y que está saliendo así? Una juventud enfocada en apretar botones, líquida, sin visión sinóptica, sin ideas propias, sin una forma definitiva, deseosos de sexo grupal o de llevar el perrito a orinar, pero no de hijos.

Las universidades apoyan a toda una capa social de académicos, sus publicaciones de libros y viajes a ofrecer repetitivas conferencias buenistas, donde se reafirma que todos somos buenos. Dan charlas donde hablan 2 horas, y luego bajan de su filosofante olimpo respondiendo durante 10 minutos alguna que otra pregunta de la audiencia. El conferencista se altera si alguien del público les pregunta 2 veces o abiertamente les impugna. Se trata de una dictablanda académica, y de filósofos que se pretenden erigir en ingenieros. En los hechos, solo son sofistas.

No se trata de uno que otro académico que haga mal uso de su libertad de cátedra y los privilegios de su tenure track, que les garantizan no puedan ser removidos de sus posiciones luego de 10 años de trabajo. Se trata de que la estructura social mundial actual privilegia grandemente un discurso intelectual único, y silencia las alternativas. O sea, la academia tiene métodos para impedir a otros expresarse. Entonces, algunos académicos, orgullosos y arrogantes, se dedican a distorsionar los datos y sus interpretaciones, tergiversando, negando u ocultando hechos históricos.

Hay hechos que parecerían incuestionables (en mi criterio personal: que la naturaleza no es igualitarista, por el contrario, tiende a crear diversidad y a someterla a feroz discriminación y no igualdad o sistemas indiscriminados; millones de asesinados por Hitler, Stalin o Mao; el holocausto judío; inviabilidad económica del centralismo y la economía planificada; la emergencia de Inglaterra en base a la creatividad de sus inventores y científicos, no tanto de sus banqueros y mercaderes). Pero mas de un activista académico, minimiza o tergiversa intencionalmente hechos empíricos, para darle vía a su agenda e ideas preconcebidas.

El marxismo, el igualitarismo, la justicia social son planteamientos defendidos comúnmente por estos catedráticos de humanidades (especialmente filósofos, sociólogos, politólogos y muchos economistas). Pero son opiniones subjetivas, dado que no se pueden llevar a experimentos. Estas concepciones cuando han llegado al poder, de una u otra manera han sido devastadoras. Como lo son en la Cuba actual, un Castroworld para que turistas morbosos vayan a ver cómo viven infelices en una sociedad igualitaria, un gran Gulag de sonrientes presos-bailarines.

La mayoría de las afirmaciones académicas en el campo de las humanidades son solo asertivas y aseverativas. En otras palabras, simple verborrea. Aun cuando los “profesores” parecen estar seguros, si los cuestionamos seriamente, vemos que lo que nos plantean no es ni puede ser normativo. Está claro, por qué los gobiernos de Venezuela, Nicaragua y Cuba, masacran cualquier protesta en las calles, y los buenistas de las academias callan. La vida está diciendo que sus planteamientos “humanitarios” son profundamente equivocados. Pero cuando ningunean a los que no coinciden o los contradicen, ya caemos en terrenos de las agendas secretas, la conspiración y el profesor deviene activista y hasta espia.

No tengo una clara explicación de cómo puede estar ocurriendo esto. Creo que la intelectualidad que surgió en Europa de la Ilustración, el Positivismo y el Racionalismo, nació con plomo en el ala: Tenían que ser humanistas, en el sentido de hablar y defender “al pueblo”. Pero pretendiendo ser Jean Valjean, han sido apenas Salieri. Declarándose Quijotes, han sido apenas Sancho Panza.

Creo (subrayo lo dubitativo) que la vanidad intelectual y la falta de originalidad de las humanidades está en el centro de este fenómeno. Se trata de pura arrogancia intelectual que involucra millones de seres humanos que nunca salen de los muros universitarios, pretendidamente ocupando posiciones pensantes, dado que la industrialización y el aumento de la riqueza social, ha permitido que Occidente (y ahora Oriente) tenga una buena parte de su población dedicada a “pensar” y a “enseñar” encerrada en recintos académicos.

Pero veamos algo de las “ciencias sociales”. Para alcanzar legitimidad, tienen que declararse “científicos”, cuando la cantidad de variables que mueve a una sociedad, las hace imprevisibles. Las sociedades se estructuran por pura concertación, no se mueven por fórmulas, por lo menos hasta nuestro nivel de conocimiento actual. Ahora, con eso que llaman big data, pretenden tener una herramienta, cuando todo lo que pueden prever con ello son patrones de consumo. Porque el espíritu humano no es formulable ni previsible, ni siquiera aplicándole estadísticas y cálculo de probabilidades.

No somos animalitos en manadas. Algunos son genios encerrados en lámparas que cuando se frotan, producen maravillas ingenieriles. ¿Puedes comprender esto, Carlitos?

Marx y sus continuadores actuales, creyeron que no, que somos fatalismo económico. Somos masa física cuyos vaivenes pueden ser estudiados como los de un fluido. Tal vez ya Marx lo afirmó en su 9na tesis sobre Feuerbach “Lo más que puede llegar el materialismo contemplativo, es decir, el que no concibe lo sensorial como una actividad práctica, es a contemplar a los diversos individuos sueltos”…

Pero es exactamente en el nivel del individuo suelto, donde reside el fenómeno humano. La humanidad, el ser humano, no es una masa, no es una gran manada, no es un promedio. Lo humano proviene del individuo excepcional que es capaz de oponerse a la presión de la manada, recrearla desde la oposición. Cuando se forma una partida de caza o un team work, su calidad grupal depende mucho más de los individuos que la integran, mucho menos de su masa.

El principal método de la ciencia, es someter todo a duda. Es un axioma la experimentación y el método: 1- observación, 2- formulación, 3- comprobación. Y eso es lo que estos señores “humanistas” NO hacen, porque a lo social tienen que aproximarse sin experimentar. Ello deja un margen muy amplio para interpretaciones.

Lo que afirma un sociólogo o un politólogo, no puede ser comparado a lo que afirma un físico o un biólogo. Pero los “humanistas” no se detienen por ello. Al contrario, crean o inflan una serie de vacas sagradas, a las que debemos adorar, estudiar, repetir: Marx, Sartre, Foucault…

Se ha instaurado un simple autoritarismo intelectual: Te subduces a nuestra mafia intelectual-académica o te ninguneamos.

 

Te subduces a nuestra mafia intelectual-académica o te ninguneamos.

 

MARXISTAS

En el caso de los que hoy se declaran “marxistas”, pretenden que la historia la había estudiado y descifrado un cerebro excepcional: Marx, santón superior, que sentado en una biblioteca londinense puede con su sola imaginación despensar y repensar lo humano. San Marx, tan parecido a los viejos patriarcas, a Moisés.

El camarada Stalin, que solamente era un hombre de acción (hitman), intelectualmente más obtuso que un topo, logró intrigar entre los bolcheviques y eliminar otros menos decididos, para constituirse en el minotauro de todas las Rusias, en los hechos tan autoritario y asesino como lo habían sido por más de 200 años los Zares. ¿Quién fue más asesino, Pedro el Grande o Stalin? ¿Para esto se hizo la revolución?

Pobre del que en la URSS dudara de su sabiduría, fuera bolchevique, kulak o soldado. Stalin se las arregló para actuar como brazo ejecutor de las ideas tan bien pensadas de Marx y de Lenin.

Pretendió Lenin (y luego Stalin y otros), que Marx descubrió las claves de la evolución social: el Materialismo Histórico. Lenin, otro genio muy por encima del entendimiento de los mortales, logró concretar el primer estado moderno gobernado intelectualmente. Superó a Roberspierre, que iba bien, pero se dejó matar. La igualdad de los soviets implicó asesinar unos 60 millones de seres dudosos, los que no eran promedio o eran…“ enemigos del pueblo” o algunos “desclasados de la clase proletaria”. Así, eliminó incluso una gran proporción de sus camaradas bolcheviques y la alta oficialidad del ejército rojo (¡80%!).

¿Como es posible, que hoy en los videos que ya podemos ver desde cualquier lugar del mundo, mediocres profesores olviden todo esto y confundan a sus alumnos, que aún no tienen madurez para discernir? ¿Se trata de vanidad o conspiración?

MORALIDAD Y CIVILIDAD

En el proceso civilizatorio, el duro ascenso desde la barbarie a la civilidad, la moral que se ha ido imponiendo ha sido la que garantiza la continuidad de cada cultura, del grupo humano adaptado a las condiciones geográfica-ecológicas del area a que se adapta. Cuando los seres humanos estábamos en un periodo remoto de salvajismo eran comunes el matrimonio por grupos, la violación de las hembras, el incesto, el infanticidio, el asesinato de otros humanos, la ingestión inculta de todo tipo de animales y plantas, etc. Se trataba de salvajismo, en tanto éramos unos habitantes más de la selva. La vida era caótica y corta. La moralidad apenas regulaba el ser social. Al ir emergiendo de ese estado primitivo de barbarie, surgen y se decantan reglas y moralidades. El horror que sentimos ante el asesinato de un niño o una violación, es algo que hemos aprendido, es uno de nuestros mitos culturales fundacionales.

Asombrosamente, desde círculos intelectuales y académicos, hoy se pretende desmontar en gran parte el edificio civilizatorio y sustituirlo por ideas de unos cuantos trasnochados, egos desmedidos y cerebros incompetentes. Presenciamos un ataque desde todos los ángulos contra la cultura, contra el amor de pareja y filial, contra esas leyes morales que garantizaban cierta continuidad de la especie y de las culturas. Cuando un grupo humano acepta información envenenada en su ADN cultural, ello puede implicar su inviabilidad o su desaparición. El mejor ejemplo, es el de Alemania aceptando los principios morales nazis.

Actualmente asistimos a la imposición , desde círculos intelectuales y académicos, de nuevas ideas sociales y morales, basadas en un subjetivismo filosófico voluntarista. Pretenden proclamar el triunfo absoluto de la voluntad, del YO, tal como planteara Nietzsche. Se cae en posiciones de transhumanismo.

Actualmente, en Occidente se intenta suplantar casi todas las reglas de la naturaleza por una serie de ideas surgidas de “las humanidades”, de muy dudosa objetividad biológica y científica. En realidad, presentan una batalla sin cuartel a la realidad geológica e histórica, imponiendo sus agendas ciertos personajes, algunos con personalidades evidentemente enfermizas. Veamos brevemente la biografía de algunos de “ideólogos”, profetas del sexo como deporte y nada de espiritualidad. Mansamente, Occidente está abriendo las esclusas creadas para controlar nuestro salvaje. Reptando regresan comportamientos que parecían haber quedado en la historia y en los márgenes de lo humano: infanticidio, canibalismo, zoofilia, pedofilia, drogadicción salvaje, matrimonio por grupos, relaciones sexuales casuales, moviéndose a ser encuentros furtivos ahora en una selva de grandes edificios….

Occidente, su cultura, es atacada por la retaguardia, y navega a la deriva atacada por una serie de atormentados por su infelicidad, abuso parental, frigidez personal, traumas infantiles, prácticas sexuales degeneradas y odios obsesivos al varón (el padre, el patriarca).

Las ideas y doctrinas de estos ideólogos han inundado las aulas de colegios y universidades, las redacciones y los escenarios. Por ejemplo, pretenden destruir el mito del príncipe y la princesa que se buscan y reproducen en un tercero (OJO, la triada Hegeliana, el tercero mejorado) es sustituida por una relación inestable, obligatoriamente abejil, condonada (o sea, de uso de condón), plástica, improvisada, medicada, quimizada. Los ideólogos del horror pretenden es amor la promiscuidad, el poliamor y es totalmente aceptable en la juventud desenfrenos tales como asistir a una fiesta, drogarse y tener sexo grupal. Y esto es amor.

Su relativismo moral se contrapone contra esenciales principios biológicos de supervivencia de la especie y en especial, de la cultura Occidental, que van convirtiendo en inviable, con un evidente y acentuado descenso de la natalidad, contrapuesto con un aumento de la natalidad de musulmanes, africanos, surasiáticos.

Las entidades biológicas tienden a ser viables cuando el número de individuos que se incorporan a una población (nacimientos, reclutas) es mayor que el de muertes (emigración, mortalidad). Nada extraña lo frecuente que estos intelectuales del desenfreno, llegan al suicidio final. Veamos algunos “idealistas”…

Friedrich Nietzsche- Filósofo que como Marx se pretendió ingeniero social. Sostuvo que Dios ha muerto. Otros que le siguen sostienen que también ha muerto todo orden que se trate de imponer a los seres humanos. Dios y la naturaleza muertos, nada define lo que soy, sólo yo puedo percibirme y ordenarme. Acabó en un manicomio.

Wilhelm Reich- Médico, marxista, gran precursor de la “revolución sexual”. Lo marcó el suicidio de su madre tras descubrirse que mantenía relaciones sexuales con un niño. Fue un automasturbador compulsivo desde su infancia y practicaría la zoofilia.  Luego abusaría de mujeres participando en sus “terapias sexuales”. Su paranoia y esquizofrenia expresada como odio al patriarcado proviene de culpar a su padre. Murió en la cárcel (1957).

Michel Focault- Escritor y filósofo francés. Es considerado referente insoslayable en la ideología de género. Militante del Partido Comunista, al parecer practicaba el sadomasoquismo homosexual, el consumo de drogas. Intentó suicidarse varias veces y murió de SIDA en 1984.

Louis Althusser- Filósofo comunista francés estranguló a su esposa Hélène y fue internado en un hospital psiquiátrico.

Margaret Sanger- Ninfómana, alcohólica, abandonó a sus hijos. Simpatizaba con el Ku Klux Klan. Entusiasta del control de la población entre los pobres y fundadora de Planned Parenthood.

Shulamith Firestone- Planteaba que la maternidad era «la opresión radical que sufre la mujer». Sufría de esquizofrenia y estuvo internada por años con tratamiento psiquiátrico. Fue encontrada muerta.

Kate Millet- Ideóloga de género, declarada maoísta y defensora del totalitarismo, sostenía que «lo privado también es político». Fue internada en un psiquiátrico.

Margaret Mead- A partir de su experiencia como antropóloga redireccionó la sociología, psicología y sexología en su libro «Adolescencia, sexo y cultura en Samoa” (1928). Su mayor aportación fue el concepto de género como construcción social. Samoa es una pequeña isla, nada representativa del resto de la humanidad. En los 80s se demostró que su estudio se basaba en una sociedad muy represiva desde el criterio progresista. Murió de muerte natural.

Simone de Beauvoir- Filósofa, escritora, feminista y “pareja” sentimental de Sartre. Defendió que la mujer es «una construcción social», o sea, no nace. Murió de muerte natural.

Alfred Kinsey, sexólogo de la Universidad de Indiana, dio a conocer un estudio en que sostiene que el 37% de los hombres tiene un orgasmo homosexual. Eso se basó en varios miles de entrevistas, científicamente nulas pues las realizó a población reclusa. Se le acusa de pedofilia y sadomasoquismo.

Georges Bataille, antropólogo francés, era un especialista en burdeles parisienses. Fue impulsor del satanismo orgiástico y sexo ritual.

Estos son solo algunos ejemplos de tipo de personas, intelectuales y académicos, que nos están “reeducando”.

CONCLUSIONES

  • No existe un contrato social sino un constructo social. Permanentemente hay que negociarlo, reescribirlo y conservarlo en memoria proteica o de silicona.
  • El intelectual, el estudiado, cree que su mente puede abarcar una concepción del mundo mucho más amplia que su breve humanidad. Eso pretende todo pensador, incluso yo ahora. Personalmente, se ubica en posición de observador y cree poder repensar entorno, país, mundo. Todo está bien si las ideas las expone, todo esta mal si las impone. Seguramente el primero fue el caso de Platón, Moro, Víctor Hugo. No es el caso de Marx, Nietzsche o Foucault.
  • Una sociedad, no es más que una gran concertación entre seres humanos, permanentemente reescrita. Todos tenemos derecho a meditar y exponer para concertar en lo social. Pero pretender que todos tenemos exactamente el mismo derecho y lo reparte el gobierno, es como aspirar a que todos los corredores de una carrera merecen la medalla de oro y que los jueces sólo están alli para colocar idéntica falsa medallita plástica a todos los participantes.
  • Gran error pretender que cerebros atormentados y llenos de odio, como el de Marx o el de Lenin, pudieran repensar y reordenar los cuerpos sociales y ello les confiera autorización para una reingeniería a bayonetazos. Además, las condiciones sociales de que ellos fueron testigo y víctima, han cambiado enormemente desde el SXIX hasta la fecha, en que estamos en medio de un ingente empuje desde la ciencia y la tecnología, que ha reestructurado los grupos humanos e incluso cada ser humano, su fisiología y psicología.
  • Ingeniería social resulta ser genocidio si no transita por la fórmula: Educación + educación + educación = Civilización.
  • Las humanidades nos están deshumanizando en nombre de lo humanitario. No se puede pretender que el mundo está evolucionando tecnológicamente, con una biblioteca de Alejandría en cada bolsillo, pero un condón protegiendo cada cerebro
  • El intelecto que en nombre de lo que sea acepte imponer y no exponer, nos devuelve a los Atila, Gengis Khan, los Shogunes, Tamerlán o los SS.
  • La sabiduría, no es un bien que esté al alcance del hombre común. La sabiduría no es permanente ni saber religioso, filosófico o científico. En estos meandros se ha mareado la cultura occidental. Tal vez toca ahora ir a abrevar en formas de pensar más holísticas y que aspiren auténticamente al orden del cosmos, no (taimadamente) al gobierno en la tierra.

 

Andres R. Rodríguez es Científico, Biólogo. Investigador premiado con varios libros editados, entre los que se encuentran: «Lista de Nombres comunes y científicos de peces marinos cubanos (Nomenclator)» (1984, CIP, 82 pp); «Breve Diccionario de Biología Pesquera” (Mar y Pesca, 1986-1987 80pp), «Peces marinos importantes de Cuba» (1987, Ed. Científico-Técnica, 236 pp), “Ecología Actual, Conceptos Fundamentales” (2000, UdO, 134 pp.), “Maritime Dictionary-Diccionario Marítimo (Eng-Spa)” (2009, Ed. Myths and Books, 400 pp) ¨Fábulas vivas¨ (Amazon/Alexandria Library, 2015), «Colonial Havana˗Trinidad” (2018, Amazon/Ed. Alexandria 150 pp), «Havana 500 Anniversary” (2019, Amazon/Ed. Myths and Books 120 pp). ), «Destellos al Alba” (2019, Amazon/Ed. Myths and Books 120 pp, Ensayo). «Caribbean Touristic Dictionary” (2019, Amazon/Ed. Myths and Books 165 pp), «Ecologia para Ecotourismo» (2020, Amazon/Ed. Myths and Books 380 pp), «La Verdad es llama” (2020, Amazon/Ed. Myths and Books 180 pp) En preparación: «Caribbean Ecotourism and Submarinism Eng-Spa”, «Ecotourism Multilingual Dictionary”, «Diccionario de Biología Pesquera”. Ha sido finalista en los concursos literarios “Historias sobre la Historia”. Silva Editorial (2006, Barcelona.) y Premio Orola con “Tacto”, (2009, Madrid). Actualmente es hombre de negocios, consultor de pesca, turismo, medioambiente, periodista freelance.

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