Por Alejo Shapire.
Es una tradición en Francia que, en esta época del año, los partidos políticos organicen sus “universidades de verano”. Dirigentes y militantes en bermuda y con pasados en mano hacen un brainstorming al aire libre con debates e invitados para revigorizar y poner al día la maquinaria ideológica de la formación antes de “la rentrée politique”, el regreso de septiembre a la arena de la rutina .
Este verano, el partido Europa Ecología Los Verdes, (la izquierda sandía, verde por fuera, roja por dentro), no ha tenido mejor idea que invitar a la estrella de rap Médine. Nacido en el norte de Francia en 1983, es hijo de un argelino es lo que la prensa llama un “artista comprometido”. Y ciertamente, las opiniones políticas no le faltan.
Con su larga barba negra estilo islamista chic, el autor de “Yihad, la mayor batalla es contra uno mismo”(álbum ilustrado con un sable y un campo de batalla) es conocido por sus expresiones políticas tanto en sus canciones como en sus declaraciones públicas .
Médine dice que quiere “crucificar a los laicos” (usa el término ‘laicards’, manera peyorativa de designar a los laicos), afirma que la asimilación en una cosa de “maricones”, se saca fotos haciendo la “quenelle”, un saludo antisemita para burlarse de las víctimas del Holocausto inventado por un personaje siniestro, Dieudonné M’bala, varias veces condenado por antisemitismo. Médine se jacta de “ponerle fatwas a la cabeza de los idiotas” (Salman Rushdie sabe algo del asunto), llama colaboracionistas a los líderes musulmanes moderados, asiste a eventos para apoyar a supremacistas negros como Kémi Seba y cultiva amistades con la cofradía integrista de Los Hermanos Musulmanes. No es de extrañar entonces que, cuando anunció en 2018 una serie de conciertos en la sala del Bataclan, sanguinario teatro de una masacre islamista, las protestas lo llevaran a irse con la musica a otra parte. Por supuesto, le echó la culpa de las protestas a “la extrema derecha”…