Cultura/Educación

‘Eros y política’ de Juan Abreu, o el reino de los pichacorta

Por Alfredo Urdaci/Fan Fan.

Hubo un tiempo en el que la risa era cosa de la izquierda. La irreverencia también. Eso ha terminado. Abreu le ha puesto un punto a esa tradición. Y uno piensa que esta ruptura, este cambio de guardia, tenía que venir de Cuba, donde el comunismo es un chiste amargo, donde el humor es un sucedáneo de la comida. Los cubanos no comen, pero al menos tienen la risa. Tenía que ser un anticomunista, hijo de la tradición que establecen Reinaldo Arenas o Cabrera Infante, el que le pusiera sexo y chiste a nuestra vida política. Abreu es de los míos. Y no lo digo en el sentido político sino en el sexual, cuando escribe que «sin culo no hay sexo, ni vida inteligente, ni vida». Abreu entra en la política española con el animus jocandi más salvaje y literario que se ha visto por aquí desde hace siglos. Y entra sin complejos.

Eros y política de Juan Abreu está editado por una editorial muy seria, que hace libros de texto, manuales de retórica y obras de pensamiento. Y está bien, porque el humor es y debe ser tratado como una cosa muy seria. Del comunismo latino aquí hemos recibido mucha basura ideológica, ya era hora de que nos llegara el humor ácido y disolvente. Abreu lo aprendió, seguro, en las cartillas de racionamiento y en los discursos de Fidel, en las arengas del Che, en el rugir de las tripas, y en compañía de Arenas y de Zoe Valdés, esa Zoe que cuando en las filas de las juventudes comunistas los jefes gritaban «¡queremos ser como el Che!» ella contestaba sin dudar: «asmáticos». La risa como reducción al absurdo del comunismo, que es un absurdo, además criminal…

Pulse aquí para continuar leyendo en la fuente.

Compartir

Leave a Comment

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

*