Política

La Apología de Naomi Wolf

Por Gloria Chávez Vásquez.

Con su libro, El mito de la belleza (1990) Naomi Wolf (1962) se convirtió en icono de la tercera ola del feminismo. El fin de América: Carta de advertencia a un(a) joven patriota (2007) colocó a la escritora estadounidense en referente político de su generación.

La semana pasada, Dr. Wolf publicó una inesperada apología (Mar 9, 2023) en su podcast Outspoken, pidiendo disculpas al electorado republicano y conservador, por haberse dejado engañar por los líderes demócratas.

Resulta tentador, barrer esta confrontación con mi propia ingenuidad, debajo de la alfombra — “seguir adelante” sin reconocer jamás que he sido engañada, y que como resultado cometí errores de juicio, y que esos errores, multiplicados por los millones de personas como yo, les hicieron daño a millones de personas como ustedes, de muchas maneras existenciales.

Pero estaría muy mal borrar esa historia publica y personal. Así que les debo disculpas de todo corazón. Creí un montón de mentiras. Y como resultado de esas mentiras y mi credulidad — y la credulidad de personas a mi alrededor— la reputación de muchos conservadores ha sido manchada, con bases falsas.

Una causa de esta apología fue la transmisión, del 7 de marzo, de segmentos de miles de horas de videos de cámaras de seguridad del Capitolio estadounidense, tomadas el 6 de enero de 2021. Los videos fueron dados a conocer por el vocero de la minoría en el Congreso Kevin McCarthy (R-CA) al comentarista de Fox News Tucker Carlson.

[https://www.axios.com/…/mccarthy-defends-jan-6-footage-tuck…].

Los “verificadores de datos” — continúa Wolf —alegan que es “desinformación” decir que la Congresista Nancy Pelosi estaba a cargo de la Policía en el Capitolio en aquellos momentos. Pero el hecho es que la USCP si está bajo la supervisión del Congreso. Es este el mismo Congreso que armó el comité de investigación de los eventos del 6 de enero y, que gastó millones de dólares de los impuestos para convertir aquel trágico evento, en un escenario ficticio, utilizado para pintar al presidente Trump como un terrorista y a los republicanos como insurgentes violentos y peligrosos.

Wolf trae a colación, la imagen de un Brian Sicknick vivo, el oficial de la policía que demócratas y medios de comunicación dijeron, había sido asesinado por los “revoltosos” en el capitolio. Contrario a lo que se reportó, Sicknick murió dos días después del 6 de enero, tras sufrir dos infartos. El médico forense del USCP declaraba que el oficial había fallecido de “causas naturales” pero añadía maliciosamente, que había muerto “en cumplimiento del deber”. Esa muerte no ocurrió durante los eventos y la entrada al capitolio, y el 6 de enero no puede describirse como “una insurrección mortal.”

La analista política subraya que el senador Chuck Schumer, líder de la mayoría demócrata, no dijo al mundo que las imágenes televisadas por Tucker Carlson, no eran reales. Mas bien, calificó de “vergonzoso” el que Fox las hiciera públicas. El periódico The Guardian, entre otros, caracterizó la presentación de Fox News, de “abuso” de los videos del 6 de enero. Por su parte, el senador republicano, Mitch McConnell (R-KY), líder de la minoría en el senado, dijo que era “un error” contradecir la versión de los eventos, sostenida por el jefe de la policía del Capitolio.

Pero uno no tiene que estar de acuerdo con la interpretación de los videos de Carlson para creer como yo, que la suya fue una valiosa contribución periodística –añade la escritora. Por ley, esos films son un récord público, y pertenecen al pueblo estadounidense como se lee en los Archivos Nacionales. Y las imágenes en los videos son muy precisas y esclarecedoras.

Wolf nota “la más reciente hipocresía de la izquierda”, que en 1971 aplaudió a Daniel Ellsberg por sacar ilegalmente los Papeles del Pentágono y por ahora quieren mantener oculto un material de información de tanta relevancia nacional. Para ella es obvio, como expresa en su carta abierta, que los demócratas en el liderazgo, han serleccionado, aumentado, tergiversado, y de muchas maneras han mentido sobre esos aspectos del 6 de enero, convirtiéndolos en una tragedia para la nación y una politización dirigida a desacreditar a la mitad de nuestro electorado.

En su manifiesto, Wolf critica la narrativa tendenciosa de los medios de comunicación al unísono con la de los políticos demócratas sobre la verdad de los eventos de enero 6 en el que los únicos muertos fueron cuatro manifestantes, seguidores de Trump y cientos de inocentes fueron encarcelados y sentenciados a penas desproporcionadas. Todo ello para legitimar las mentiras.

Durante la entrevista inicial de Tucker Carlson a Tarik Johnson, el ex oficial de la policía del Capitolio dijo que no había recibido instrucción alguna de sus superiores en el congreso cuando la gente empezó a entrar al Capitolio. Esto a pesar de que forman parte de la supuesta cadena de mando que protege el Capitolio y la Casa Blanca, La razón para “un plan de seguridad a toda prueba.” en estos edificios, es precisamente para que no se suscite el caos, como en el 6 de enero.

Entre las muchas escenas en esos videos, es notable la de los policías del Capitolio escoltando a Jacob Chansley, —por los pasillos del centro legislativo. El chamán, maquillado con un gorro de piel y cuernos, su pecho desnudo, tatuado, (en un día frígido) sonreía a las cámaras. La prensa se regodeó en la naturaleza “bárbara” de su disfraz, editorializando así, el mensaje preciso que los Demócratas en el liderazgo deseaban enviar sobre del evento. Por eso resulta más raro aun, que el chamán no haya sido interceptado por la policía en la misma entrada del capitolio. Como no se bloqueó a los vándalos que se colaron en la manifestación y lograron entrar en el recinto. Mientras tanto otros manifestantes pacíficos y desarmados, fueron detenidos a punta de bala y golpes.

La escritora nos recuerda que históricamente La Casa Blanca y las gradas del Capitol estadounidense han sido accesibles a los ciudadanos. Las inauguraciones presidenciales no han sido las únicas ocasiones en las que los ciudadanos se acercan a los edificios públicos en Washington. Sin embargo, en esta ocasión, la narrativa dominante alrededor del 6 de enero, implica que marchar pacíficamente ante el Capitolio es un acto de violencia o de “insurrección”. Debería preocuparnos el permitir que se reescriba la historia para criminalizar la asamblea pacífica y protegida por la constitución frente a “La Casa del Pueblo,” dice Wolf y agrega que el argumento de la “violencia” del 6 de enero, esta siendo utilizado por el liderazgo demócrata, para justificar el cierre de los edificios públicos a todos los ciudadanos, cosa que solo conviene a los tiranos de cualquier partido.

El DNC (Comité Nacional Demócrata) —escribe Wolf —convirtió el 6 de enero, en un “tercer riel”; un atajo usado para criminalizar a toda una población y su punto de vista político. Republicanos y conservadores han sido demonizados por la historia contada por demócratas en el liderazgo de lo que pasó ese día. La mitad de la ciudadanía del país ha sido enlodada por asociación, y muchos creen ahora que se trata de un grupo de gente enloquecida y antidemócrata cuyo solo propósito es acabar con la democracia.

Wolf lamenta haber creído en las mentiras contadas por CNN, NPR, MSNBC y el New York Times (repetidas por los medios internacionales) sin cuestionarlas y sin hacer preguntas: Creí que las historias sobre Hunter Biden eran propaganda rusa, según decían docenas de oficiales de inteligencia y como aseguró la Universidad Johns Hopkins. Creí que la campaña del presidente Trump había conspirado con Rusia hasta que se demostró su falsedad. Creí en el cuento del dossier Steele hasta que se comprobó que era falso. Creí que el presidente Trump había sido el instigador del “motín” en el Capitolio — porque no podía creer que el llamado a sus seguidores para reunirse “pacíficamente y de manera patriota” hubiera sido borrado de todas las coberturas de noticias.

Tantas mentiras por tanto tiempo sobre el presidente Trump me hicieron cogerle aversión, — confiesa Naomi Wolf, Pero me disgustan mucho más los mentirosos que son nuestros supuestos guardianes de la verdad, que le mienten al público sobre los momentos más consecuentes de nuestro tiempo — dañando así la nación, distorsionando nuestra historia y privando a la mitad de nuestra ciudadanía de su derecho a expresarse, liderar o escoger sin que se les tache de traidores violentos.

Siento mucho que la nación ha sido perjudicada por tantas mentiras salidas de aquellos con quienes me identifique en ese momento. Lamento que mi antigua “tribu” se enoje porque un periodista como Carlson cumpla con su deber. Lamento mucho haber creído en tanta sinrazón.

Aunque sin duda es muy poco y muy tarde, les pido disculpas —Conservadores, Republicanos, seguidores de MAGA.

 

Gloria Chávez Vásquez, escritora, periodista y educadora reside en Estados Unidos.

 

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