EDITO

El riesgo de amar a España

Por Zoé Valdés.

He conocido el riesgo de amar a Cuba, lo he vivido y padecido en mi propia piel y en mi obra, ambas se han visto afectadas por los que odian a Cuba y mienten afirmando lo contrario. Desde hace un tiempo conozco y soy consciente de que seguiré pagando por las consecuencias y el riesgo de amar a España; desde hace rato, por expresar mis respetos al país que me volvió a hacer persona, la venganza contra mí ha ido siendo más potente. Pagaré con gusto. No temo a nada ni a nadie, lo dejo claro.

Hace poco estuve en uno de esos salones políticos privados, asistí para el tema Cuba, en medio de la conversación surgió el asunto España y la Cumbre Francia-España que recién se celebró en Barcelona, allí se encontraba alguien muy importante. Ruego me perdonen, pero no puedo dar nombres. El señor metaforizó su disquisición, pero lo que había que entender se entendió: el plan es independizar a Cataluña con el pretexto de convertirla en una suerte de centro cultural europeo.

Fíjense que abordar la cultura estuvo de manera curiosa en el discurso de clausura de Pedro Sánchez junto a Emmanuel Macron. De su parte, Macron también lo subrayó mientras se refería al Año Picasso.

La cosa iría más o menos así, siempre interpretado desde la verborrea metafórica francesa: Cataluña, como centro cultural europeo en el que se junta una lengua común y una cultura (para ellos el idioma catalán y la cultura catalana), por historia, unida a Francia y Alemania, y como no queda más remedio por el momento a España, mediante varias figuras culturales a escala mundial y universal, Picasso, etcétera…

O sea, tal como Bruselas y Bélgica son consideradas por la UE el Centro Político de Europa, pues eso sería lo que se pretende con Cataluña, aunque en modo cultural. Para que esto pueda conseguirse y situar Cataluña a nivel de Bélgica, nivel país, se tendría que alcanzar la independencia, debido a que “los casos son similares, países con dobles idiomas». En ese punto por nada me levanto y me voy, pero decidí enterarme más. Abrevio: de locos.

Si observan la conferencia de prensa con Sánchez y Macron, casi todas las preguntas de los periodistas iban en esa dirección. O sea, para que Cataluña sea independiente necesitan esa justificación de Centro Cultural Europeo a nivel de París y Berlín. De tal modo, España tendría dos capitales, una mucho más importante que la otra a nivel internacional, Cataluña (como país independiente) más importante que Madrid, y de paso que España, y al mismo tiempo Cataluña como un aparte con todo lo que eso significa.

Siempre he dicho, pero no me oyen, que Cuba hizo lo mismo, de seis provincias Fidel Castro las convirtió en 14, desmembró el país, y todo bajo el pretexto de la cultura al servicio de la sociedad y como ejemplo a escala internacional, sovietismo a pulso. La batalla cultural desde el marxismo y tralalí tralalá. Hay que estar preparados para eso. Tengo la impresión de que no lo hacen.

Supuestamente la orden que ventiló Macron, la que probablemente le trasmitió a Sánchez -siempre según la conversación en el círculo privado-, fue que la única manera de lograr la independencia de Cataluña de manera rápida es a través de esta vía: la cultural.

Reitero que deben ver lo que expresó Macron de manera muy inteligente cuando le mencionaron desde la prensa el asunto o “percance” de la extrema derecha. Afirmó que él no tenía problemas con esto porque la extrema derecha era ya una opción política, queriendo decir: yo le he ganado a la extrema derecha…

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Zoé Valdés. Escritora y artista cubana e hispano-francesa. Nacida en La Habana, Cuba, 1959. Caballero de las Artes y Letras en Francia, Medalla Vermeil de la Ciudad de París. Fundadora de ZoePost.com y de Fundación Libertad de Prensa. Fundadora y Voz Delegada del MRLM. Ha recibido numerosos reconocimientos literarios y por su defensa de los Derechos Humanos.

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