Por Redacción ZoePost/El Economista.
El otoño templado dio un respiro a los países europeos, que pudieron seguir aumentando el nivel de almacenamiento de gas de cara al invierno para sortear el corte de los envíos desde Rusia. Pero ya metidos en diciembre, las previsiones térmicas prometen poner a prueba los sistemas energéticos del Viejo Continente. Se espera que las temperaturas caigan en picado (incluso más de lo normal por un vórtice del Ártico) según avance el mes, especialmente en el norte y centro de la región.
Ante el aumento de la demanda, algunos países como Francia están adviriendo ya de posibles cortes en la electricidad en los picos de mayor consumo si ven peligrar el suministro. El escenario podría derivar en una lucha por los suministros para asegurarse la calefacción. La competición por conseguir gas natural licuado (GNL) para reemplazar los flujos podría encarnizarse. Además, hay que contar con los países vecinos de Asia que tampoco se librarán de un inverno crudo. En Mongolia ya han llegado a -47 grados centígrados y en China ya hay zonas con un nivel de frío polar mayor de lo normal…