La mulata que me parió

Por Julio César Soler Baró.

Nací en el “Año del Esfuerzo Decisivo”, que fue como los comunistas en Cuba, mi Patria, llamaron al año 1969. Allí me enseñaron, y crecí escuchando y aprendí que la verdadera Madre era la Patria mía y de la mulata, que a sus veintiún años me parió. Y en mi Adolescencia-Friki la analogía de “si prefieres el rock, prefieres también el inglés, que es el idioma del enemigo, y si prefieres al idioma del enemigo también lo haces al enemigo, y entonces no a tu Patria ni a la mulata que te parió, y por ende no mereces a ninguna de las dos”, se hizo ley y fundamento de mi sentencia, de la sentencia que me exilió: Gusano, portador del virus del Diversionismo Ideológico.

Y salí de Cuba diciendo:

Tendrás mis relatos
lugar tan loco.
Oh mi querida isla
sangre de mi carne
tendré que dejarte
aunque me duela todo.

Podrás pesar las cosas de mi niñez
hablarás de estos días infelices
y dirás tal vez que debiste matarme
mientras que cariñosamente
yo te convierta en recuerdo.

Oh hueco de bordes distantes…
…no moriré contigo.

Hoy día de las madres me pregunto si con aquellas letras nos habré sentenciado a morir al uno sin el otro, pues por el camino que va la Cuba que en el sesentainueve hizo su esfuerzo decisivo, y por lo que me enseñaron a amarla y a pelearla, y entonces merecer Patria y Madre, no me queda otra que sacrificar a la mulata que me parió.