EDITO

La tercera del plural

Por Catriel Leiras.

 

Ellos de todo sacan ventaja. Se preguntará usted a qué me refiero.

Procedo: a TODO.

¿Quiénes son ‘ellos’? Bueno, ellos, ¿quién más? Los dueños de la narrativa, de la verdad, de los valores morales y del nuevo código a seguir, el que establecieron “ellos”.

“Ellos” son ya una entidad, una especie de deidad, un Dios.

Se les rinde culto a diario en la prensa; sea escrita, radial, visual, en los comerciales que nos imponen, en la comida, en el aire, en nuestros sueños, son parte esencial de la tercera persona del plural.

“Ellos” nos han secuestrado, han vetado al pensador libre, a gente como usted y como yo.

Vea, pasé toda mi juventud con la idea utópica de la libre expresión. Del derecho de todo ser humano a discernir y pensar. Hoy lo veo como un lejano recuerdo, tan lejano como la última vez que subí a un avión y me preguntaron si prefería área de fumadores o no. Me vino esa comparación a la mente porque ya fumar en si, es algo aberrante socialmente. Si bien es cierto que el tabaco es dañino, tardaron décadas en prohibirlo en sitios públicos porque alguna vez fumar era, si se quiere, elegante o distinguido, denotaba un desenfado intelectual, era canchero (en la Argentina se utiliza la expresión ‘canchero’ para variadas acepciones que incluyen el ser ‘cool’ o ‘simpático’ entre otras).

El paralelismo no está vinculado al daño que genera una prohibición enfrentada a otra, es sencillamente eso, una comparación. Más adelante me explicaré mejor, siga leyendo.

Al comienzo de la prohibición de fumar en lugares públicos, muchos pensaron que era un abuso con los que tenían ese vicio. Otros se alegraron porque finalmente no tendrían que lidiar con el humo ajeno.

En cualquier caso, antes eran habituales cosas que hoy, son impensables.

Era inconcebible creer que con los “adelantos” en tiempos modernos hubiera lugar a la censura; ¡imposible! Si es que todos tenemos acceso inmediato a los sucesos… Inmediatos, sí. Es cierto.

Nos han puesto una venda, o a lo mejor siempre la tuvimos, pero es que ahora “ellos” perdieron (momentáneamente) el “control” de la narrativa. Se les fue de las manos, y vienen a por ella nuevamente. De hecho, ya está en marcha la recuperación de la ‘verdad’ y como buenos ‘paladines de la justicia’, nada ni nadie se interpondrá a la voluntad de sus majestades.

Lo he dicho en artículos pasados: en 2016 un ‘outsider’ (intruso) les pateó el tablero de ajedrez que tenían establecido. Les descolocó las piezas que por décadas llevaban acomodando a paso lento pero firme. Manipulando, generación tras generación, ese relato que siempre primó y preparó las mentes para la batalla final.

“Ellos” creaban el problema para venir luego con la ‘solución’ y así ocupar el trono. Algo muy elemental y humano porque las masas son pensadores débiles, rehenes del ‘ahora’.

Entramos en 2021 con una mordaza pero a la misma vez con una “guía” de lo correcto.

Hoy suena más alto que nunca el tema de John Lenin “Imagine there’s no countries…”

La desigual igualdad humana.

Hasta hace menos de una década, existían aún artistas que temían declarar su preferencia sexual porque esto generaría un declive en sus ventas. Muchos vendían millones de copias porque eran sementales apetitosos para muchas mujeres, ser gay les arriesgaba a un fracaso.

Bueno, ya hoy no se venden más discos, la radio no ofrece la ‘Payola’ como antes y hay que ser “diversos” e “inclusivos”. Hoy si alguien es: Homesexual, raza de minoría (la que desee, menos caucásico) no tiene credenciales y odia a Trump tiene el éxito garantizado.

Ya no importa si la persona pasó noches estudiando una carrera, o esmerándose para llegar a su meta (sea cual fuere). Ahora pasa por el relato y ahí se queda.

“Ellos” nos dicen qué y cómo debemos decir lo que pensamos, lo que sentimos, quienes somos.

Nos dicen, también, cuál es la “verdad”, y tan sólo en cuatro años han logrado ponernos a muchos a dudar y hasta pensar: “¿Será cierto… estaré mal?”

Yo solamente creo que una gran cortina se ha levantado ante nosotros, y está en NOSOTROS mantenerla arriba, sin bloquearnos la vista de lo realmente importante.

Esto no es como el humo del tabaco que puede físicamente infringir daños a terceros. No se deje engatusar más. Su pensamiento no lo hace responsable del “daño” que “ellos” nos endilgan. El daño lo hacen ELLOS, y nosotros, desde el silencio más canalla, servimos en bandeja nuestra esencia de ser libres. De ser humanos. De ser.

 

Catriel Leiras estudió Periodismo, es estilista, productor TV, coach, y Editor Opinión de ZoePost.

 

 

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9 Comments

  1. Ulises Fidalgo

    Super. Me han llegado a decir que es peligroso decir que hubo fraude, como si fuera echarle el humo a un no fumador. Gran imagen. Como dicen los españoles: se han pasado tres pueblos.

    • Zoe Valdes

      Bueno, aquí cuando dices que hubo fraude en USA te miran como si estuvieras lista para una camisa de fuerza en el Sainte-Anne.

  2. Jorge Rodriguez

    Aquí nunca se te ocurra decir q uno fraude. Serás tildado de todo y casi seguro te acusan de racista, retrógrado, supremacista, besa culo de Trump y ment’e pollo

  3. Pingback: La tercera del plural – – Zoé Valdés

  4. Juan Antonio

    En un Instagram que veo de vez en cuando, pusieron unas frases que me han parecido apropiadas y las copio. Una dice: -«Deja que la verdad y los hechos ajusticien al incrédulo » y la otra dice: -«El ‘entusiasta’ de hoy será el ‘defraudado’ de mañana»… (aparece como «meralnerin»-y lo cito por si tiene «derechos de autor», para que no me acusen de robar frases de otros). Al hilo del artículo que habla sobre la «verdad» de «ellos» (cualesquiera que , y sabemos quiénes ), tendremos que practicar ese refrán castellano que dice: «Siéntate a la entrada de tu tienda a ver pasar el cadáver de tu enemigo». Y como la Santa de Ávila, recordaremos también aquello otro de «la Paciencia todo lo alcanza» (lo difícil es ejercitarla para «alcanzar», porque al paso que vamos, antes seremos esqueletos). En fin, buena reflexión y gran artículo .

  5. Victor Fernandez

    ¡Excelente artículo! Adoré lo de “John Lenin”, definición absoluta.

  6. Félix Antonio Rojas G

    Grandioso texto ¡¡¡…

  7. Manuel Tourac

    Lo del John Lenin genial. El otro día pensé que bueno que lo mataron. Orwell era espiritista o adivino. Y se quedó corto

  8. Heidys Yepe

    Asi les llamo, «ellos» «los mismos» . Bravo!

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