Por Carlos Carballido.
Si la Corte Suprema de EEUU se ajusta a la Constitución, la demanda interpuesta por el Estado de Texas y otros que se le han unido, tiene una amplia posiblidad de que el fallo sea en contra de Pennsylvania donde la violación de su Ley Electoral invalidaría la victoria del candidato Joe Biden.
En primer término, las nuevas disposiciones de la Ley Electoral en ese Estado en disputa fueron aprobadas en octubre del 2019 como parte de un proyecto de ley general que permitiría la votación por correo universal y la votación anticipada pero no se promulgaron de la manera requerida por la Constitución de Pensilvania.
En segundo lugar, el gobernador demócrata de Pensilvania, Tom Wolf, y la Corte Suprema del estado fueron más allá inclusive del lenguaje de la nueva ley, al eliminar salvaguardas como los requisitos de firma y matasellos y permitir que las boletas se reciban después del día de las elecciones.
Ahora bien, según la Constitución de Pensilvania, “cualquier cambio en la Ley Electoral, debe enmendar la constitución estatal”. Entonces la primera pregunta sería: ¿Modificaron la Constitución? No, y para hacerlo tendrían que haber pasado por un proceso legal muy complicado, según explicó el abogado constitucionalista, Mark Levin.
Cualquier modificación a la Constitución de Pensilvania debe contar con una mayoría de votos de ambas cámaras de la legislatura estatal, no una sino dos veces, explicó Levin, y ese hecho no ocurrió, sino que por el contrario los cambios se hicieron unilateralmente pasando por encima de lo que estipula la ley de ese estado.
La Constitución estatal requiere además que, cualquier cambio en la Ley Electoral que sea aprobado por su Legislaturas debe ser anunciado en, al menos, dos periódicos en los 67 Condados del Estado lo cual tampoco ocurrió.
Lo más curioso es que cualquier modificación que se haga a la Ley Electoral debe ser consultados por esa Enmienda y debe aparecer también en las boletas locales, lo que tampoco sucedió.
Entre otras opciones, la Asamblea General de Pensilvania podría optar por adjudicar los 20 electores del Estado a Trump (ya que estaba por delante por más de 600.000 votos la noche de las elecciones antes de que se contaran la mayoría de los votos por correo) o encontrar que la elección ha sido tan corrupta que debe ser convocada nuevamente.
El mes pasado, el erudito legal constitucional Alan Dershowitz declaró a Fox News que el presidente tiene dos “cuestiones ganadoras” en la Corte Suprema de los Estados Unidos con respecto a Pensilvania, incluido el cambio de la fecha límite de las boletas electorales y el trato desigual de la curación de las boletas electorales enviadas por correo entre diferentes condados en esa mancomunidad.
La demanda de Texas indica que la violación de la Constitución de Pensilvania puede haber dado pie a los demás Estados en disputa dónde la Ley es igualmente clara. En el año 2000, La Corte Suprema se EEUU tuvo un caso similar con Gore vs Bush cuando los tribunales de Florida modificaron unilateralmente las fechas y calendarios de votación y el fallo (531 US. 98) fue categórico al afirmar que la autoridad plenaria de las Legiaturas NO están en controversia y no pueden usurpar las funciones que sólo competen a las legislaturas estatales.
Este antecedente pudiera suponer un triunfo de Trump porque es una repetición de hechos que ya ha tenido una sentencia anterior basada en la Ley Electoral. Ahora bien: las presiones ideológicas que están viviendo las instituciones norteamericanas pueden surtir efecto, incluso en la alta Magistratura. La demanda de Texas y varios estados que se le han unido es una clásica jugada Tenedor de Ajedrez: O fallan a favor de la Justicia y la Ley o se enterrará la Constitución de los padres fundadores tan rápido como puede ser el sonido del mallete sobre la mesa de la Corte Suprema. Así de simple.
Carlos Carballido es periodista, productor de televisión y Vicedirector de ZoePost.
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Cuando se hace una conspiración, se reclutan por diversos motivos a los individuos que se quiere que respondan a los intereses de la conspiración
Hay muchos motivos para reclutar, uno por sexo, el dinero, la aventura, la ideología, la política, la extorsión y chantaje, odios, etc.
De nada vale que unos sean demócratas y otros republicanos, que sean comunistas o anticomunistas, altos o bajos, creyentes o ateos, familiares cercanos o amigos íntimos.
Si están bien reclutados y agarrados por tenazas o presillas bien fuertes, los reclutados o agentes secretos van a responder a los intereses de los jefes o líderes de la conspiración.
Esto ocurre en Estados Unidos. Estamos en presencia de una conspiración muy vieja y profunda, bien diseñada y donde el FBI junto a todos los cuerpos de contrainteligencia y contraespionaje están bien penetrados, miran hacia otra parte y no quieren actuar.
Esperemos que la Suprema Corte no esté penetrada y que sus miembros no hayan sido reclutados para pertenecer a la conspiración que tiene como objetivo destruir a Estados Unidos, destruir el capitalismo y dar el poder esclavista global a China.
Es un proceso muy arduo cuidar y proteger a los individuos que en la sociedad entran en la mira de algún cuerpo conspirativo poderoso.
Por ejemplo la jueza Amy Coney Barrett, católica y madre de 8 hijos.
La Iglesia Católica ha sido enemiga tradicional de Estados Unidos y esa enemistad ha sido llevada por los curas jesuitas que siempre están en guerra y con la Contrarreforma activa. Los sacerdotes jesuitas siempre están adelante previendo y reclutando a sus cuadros para llevar adelante su conspiración. Ellos fueron enemigos acérrimos de la independencia de Cuba de nuestra metrópolis española.
¿Quién nos asegura que Amy C. Barrett no ha suido reclutada secretamente por los jesuitas?
Amy C. Barrett tiene 8 hijos, ¿Quién nos asegura que ella va a tener 8 razones para ser extorsionada para ser amenazada por esas 8 razones?
Se ha dicho que el juez Antonin Scalia fue asesinado. Si esto fue verdad, se lo hicieron por no querer entrar en razones?