Por Zoé Valdés.
Hay algo de sobre humano en él, que pudiera ser su creencia en sí mismo, su fe en el esfuerzo individual, lo que se traduce en respeto por los otros, en respeto por Dios. No sé ustedes, pero yo en él veo a Dios, no a un Dios, sino a la obra de Dios, a su magnificencia en la humildad. Rafael Nadal Parera es el atleta más grande de estos tiempos, un atleta en el dolor y el amor. Un hombre entero cuyo cuerpo se dobla por fragmentos, por heridas, multiplicado en contusiones; son pruebas, en fin, del cuerpo muy relacionadas con el espíritu.
El espíritu de Nadal pareciera invencible, de ahí que su cuerpo funcione incluso cuando desfallece; cae y se levanta, y no oye más que las exigencias de un mandato sobrenatural, muy vivo en él, latido tras latido.
Sincera admiración hacia Nadal, sincera y honda. No existe verbo con la estatura de su grandeza y de su acción. Él es le carne y él es el verbo.
Zoé Valdés. Escritora y artista cubana e hispano-francesa. Nacida en La Habana, Cuba, 1959. Caballero de las Artes y Letras en Francia, Medalla Vérmeil de la Ciudad de París. Fundadora de ZoePost.com y de Fundación Libertad de Prensa. Fundadora y Voz Delegada del MRLM. Ha recibido numerosos reconocimientos literarios y por su defensa de los Derechos Humanos.