Por Zoé Valdés.
QUEDE CLARO.
El problema de los cubanos actuales es que se creen cosas, no sé, como que ven visiones. Hice un comentario en X, basado en una realidad nefasta que estamos padeciendo desde hace décadas, y me ha saltado al cuello uno sin cara y sin nombre, o sea, un «cagonio» inexistente, para decirme que mi problema es que la gente se siga muriendo en Cuba. No soy yo quien mata de hambre a los cubanos, ni tampoco soy de esos cubanos que se dejan matar de hambre como corderos en la isla. Tengo familiares en mi país que no piden nada, nunca; y cuando piden yo trabajo para dárselo, muy a mi pesar y sabiendo que se ayuda a esa tiranía.
Mi problema es sólo uno: Libertad pura y dura. Y punto. Libertad total. Y que se acabe de una vez el descaro de uno y otro lado. Fin de la tiranía.
Hay todavía mucho prisionero político en la isla, de los que llevan más de treinta años sobreviviendo en condiciones infrahumanas en cárceles de verdad -y no en casas de protocolo de la seguridad del estado-, enfermos, jodidos, y también mucho expreso político en Miami resistiendo en condiciones críticas, trabajando de sol a sol, para que llegue otro caraeguante a dárselas de no sé qué. Los líderes cubanos son para mí esos ancianos que se infiltraron en Cuba por disímiles maneras, todas las que tuvieron a mano, y que siguen luchando a brazo partido por la libertad por la vía que sea, y que cada día con más de ochenta años y hasta con más de noventa se levantan a diario a trabajar en este exilio, a doblar el lomo, y no a vivir del cuento, sino a trabajar muy duro para ayudar a los de allá, en Cuba, sean quienes sean. Y sin medallas de ningún tipo. Trabajando y dando, porque como decía José Martí: «El hombre vive de darse».
Lo mío es Libertad pura y dura y Abajo la Tiranía hasta el final y abajo todos los singaos que pacten con ella. Pinga y cepillo. A mí la pinga. Y si quieren careo, debate, o lo que sea, aquí hay lo que hay para enfrentar a quien sea.
Zoé Valdés.















