Por Zoé Valdés/El Debate.
No entraré en rifirrafes de ningún tipo, pero vamos a analizar a consciencia cuáles son los objetivos del PP y de quiénes están más cerca de sus objetivos para España, sí, digamos que no para él. El líder del Partido Popular, Alberto Núñez Feijóo, visitó en numerosas ocasiones Cuba en el pasado. Analizaré cuáles fueron sus propósitos cuando era el presidente de Galicia, en el 2016, aunque no fue la única vez.
Siendo Alberto Núñez Feijóo el presidente de Galicia y estando ya en la isla declaró a la prensa lo siguiente: «Galicia acompañará a Cuba en el modelo que ella decida» –o sea, espero que Feijóo esté enterado que el modelo de Cuba desde hace más de 66 años, y que el pueblo cubano no eligió, impuesto por el régimen castrista, es el comunismo puro y duro.
«En su tercer día en La Habana, el presidente de la Xunta, Alberto Núñez Feijóo, destacó la nueva etapa en que se encuentran las relaciones de Galicia con el pueblo cubano. «Galicia acompañará a Cuba en su camino, en el proceso de actualización del modelo que el pueblo cubano ha decidido emprender», afirmó el titular de la Xunta. «Seremos generosos, como siempre lo han sido con nosotros (¿de qué forma el régimen ha sido generoso con Galicia, importando ideología mortífera?), estaremos a su lado con las herramientas que pone el siglo XXI en nuestras manos», aseguró» –siento recordarle que el pueblo cubano no decidió nada, y él lo sabe. «Y precisamente en lo que significa la galleguidad de este siglo, en el que el 70 % de gallegos del exterior han nacido ya fuera de Galicia, se centró el XI Pleno del Concello de Comunidades Galegas al que asistió el presidente. »A todos nos une una historia compartida, una tradición centenaria y un apego a nuestra lengua (supongo que se refería al español y no al gallego, que casi nadie habla en Cuba, aparte los pocos antiguos gallegos que quedan) y nuestra cultura«, dijo. «Son gallegos los que se emocionan al escuchar una gaita, tanto si desde la ventana ven las olas de Samil, o las del Mar del Plata o las del malecón de La Habana. Juntos lograremos hacer realidad la Galicia con la que todos soñamos, tanto dentro como fuera», expresó Feijóo. Puedo afirmar que en Cuba hasta los gallegos se emocionan más con un tambor africano que con una gaita, porque yo nací y viví en un solar donde convivían gallegos y negros de diversos orígenes: cimarrón y de alcurnia educadora, y no he visto más menear el fambeco (culo) a una gallega que en ‘transe’ con un toque de bongó.
Bien, lo que resulta difícil de entender es que siendo de origen gallego dos grandes escritores cubanos, como Lino Novás Calvo y Carlos Montenegro, ambos marginados y exiliados del castrismo, en Galicia no se hayan honrado todavía sus nombres y obra con museos dedicados a esos dos monumentos literarios que engrandecieron los idiomas español y gallego, enriqueciéndola con el argot cubano –tal como yo he pedido por cartas y llamadas telefónicas y en las redes sociales a las autoridades concernidas–; pero por el contrario hayan aceptado hacer un museo de un bajareque en Láncara donde vivió hasta la adolescencia el padre del tirano Castro, y que todavía en Oleiros exista un ‘masacote’ horripilante como estatua del Carnicero de La Cabaña (prisión), como se le llama corrientemente al Che GueTara (Guevara), el argentino que más cubanos fusiló…
Pulse aquí para acceder al sitio y terminar de leer el artículo.















