EDITO

«Me están observando. Si me caigo, no dejes morir mi voz”

Por Regis Iglesias Ramírez.

 

Fue el tranquilo mensaje de un joven de 31 años, que pudiera perfectamente ser nuestro hijo, al viejo rockero maestro del heavy metal teatral, que pudiera ser su abuelo, Alice Cooper.

El joven se llamaba, Charlie Kirk, disculpen, se llama, porque no, ni el viejo rockero, ni nosotros, ni las personas decentes y con valores en este mundo dejaremos morir su voz, su mensaje. Un mensaje sosegado pero firme, un discurso urgente, un llamado desesperado en el que instaba al despertar de las conciencias, también generoso pues invitaba al diálogo con valor sereno para con verdades irrebatibles desmoronar la retórica de lo absurdo, la ceremonia de la confusión donde nos han querido atrapar y dejarnos maniatados para facilitar la caída, la anhelada y por tanto tiempo esperada por lo más opuso y criminal de este planeta, caída de los valores y principios que han mantenido un justo equilibrio en el mundo. La caída de la cultura judeocristiana y la filosofía grecolatina fueron adoptadas por el occidente emprendedor.

Su apego a valores como su fe cristiana, la patria, la familia, la libertad le llevaron a trabajar, desde su organización juvenil Turning Point USA (TPUSA), en la difusión de ideas conservadoras en los campus universitarios y captar a una audiencia joven que otros políticos republicanos no habían alcanzado. Sus debates y su programa de radio trataban temas controversiales como el derecho, defendido desde el inicio de esta Nación, al porte de armas, la defensa de los valores familiares y la importancia de la fe y las comunidades religiosas en la sociedad.

Sus debates eran un llamado al orden y respeto de la razón, sus argumentos, estuvieras o no de acuerdo con todos, eran lapidarios, lanzados con tranquilidad, inteligencia y simpatía, ponían a la persona humana en el centro y la defensa de la vida desde su concepción. Fundó organizaciones como Turning Point Action para la incidencia política y Turning Point Faith para movilizar a las comunidades religiosas en torno a temas conservadores.

Su asesinato a sido una desgracia para su familia, con la que nos solidarizamos y oramos. Para la actual América que parece aun dormida entre la violencia y el ciego fanatismo. Pero también para el futuro, la esperanza de regeneración del movimiento conservador en los Estados Unidos. Su prematura desaparición a manos de uno o varios individuos que se dan golpes de pecho por el derecho a portar armas pero las utilizan, si las utilizan no para defenderse o defender sus familias o su país sino para agredir, para atentar contra la vida porque a estos miserables la vida de los seres humanos les importa un bledo desde su concepción y no tienen reparos en asesinar a un ser humano de pocas semanas de vida como de varias décadas sobre este mundo.

Ojalá no dejemos morir su voz. Ojalá por el bien de la presente y las futuras generaciones su voz se multiplique desde esta tragedia irreparable. Su voz serena, persuasiva, su razonamiento lógico y su fe profunda.

Estoy seguro que no se perderá esa voz. Un viejo rockero y muchos más no lo permitiremos. Tus enemigos te observaban con odio. Dios con Su Amor, nosotros con admiración.

Regresa al Padre y descansa ya, disfruta de la palma del martirologio que has ganado con una vida coherente y virtuosa, Charlie Kirk.

 

Régis Iglesias Ramírez fue preso político durante ocho años de la Primavera de Cuba, miembro del Movimiento Cristiano Liberación desde joven, y actualmente su portavoz; es exiliado en Miami.

 

 

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