Por Rubén Pulido/La Gaceta de la Iberosfera.
En un contexto de crisis múltiples en España, donde los incendios forestales devastan varias regiones y la llegada de inmigrantes ilegales tensiona los recursos públicos, Cruz Roja Española emerge como un actor central en la distribución de ayuda. Sin embargo, un examen detallado de sus presupuestos y subvenciones revela una disparidad alarmante, mientras la organización destina millones de euros —procedentes en gran medida de fondos gubernamentales— a programas de acogida integral para inmigrantes ilegales, incluyendo alojamiento en hoteles de categoría superior, las víctimas españolas de desastres naturales como los incendios reciben asistencias mínimas, limitadas a suministros básicos como colchones de baja calidad en instalaciones precarias donde pernoctan hacinados. Esta priorización no sólo cuestiona la equidad de una ONG que se presenta como imparcial, sino que también pone en evidencia posibles ineficiencias en la gestión de fondos, donde el «humanitarismo selectivo» parece anteponer obligaciones internacionales a las necesidades urgentes de los nacionales.
Analizando datos económicos concretos, extraídos de informes oficiales y subvenciones publicadas consultados por LA GACETA, Cruz Roja Española ha recibido subvenciones públicas significativas para la gestión de la inmigración en los últimos años, destacando las destinadas a programas de atención humanitaria, acogida y protección internacional…