Por Hermann Tertsch/El Debate.
Estamos hoy mejor que antes, aunque estemos hundidos como nunca. Estamos mejor que antes porque cada vez más españoles saben que estamos hundidos y hasta hace un lustro, aunque nos hundíamos ya cada día más, aún no había conciencia de ello. Hoy, quizás, hasta una mayoría de los españoles sean ya conscientes de que somos gobernados por el crimen organizado. Y que los pasos que nos han traído al abismo jamás se hicieron con buena fe ni el mínimo respeto por los intereses generales. Sino por conveniencia para intereses criminales españoles y extranjeros.
Precisamente los vínculos extranjeros son muy importantes para explicar la deriva de los gobiernos socialistas primero de José Luis Rodríguez Zapatero y después ya de forma brutal los de Pedro Sánchez hacia posiciones ideológicas, políticas y ejecutivas mucho más cercanas a los ámbitos políticos iberoamericanos del narcocomunismo.
Hay muchos españoles partidarios o simpatizantes de Santiago Abascal que no acaban de entender que un líder de la oposición en España, en el marco de una realidad tan putrefacta bajo Sánchez, haya dedicado tanto interés y actividad en la cooperación con las fuerzas anticomunistas y enemigas del narcosocialismo en Iberoamérica. Y es que el líder de VOX fue el primer líder político en España en entender hasta qué punto la transformación de la lucha política española desde el principio del siglo se debe a que España se ha convertido en el campo de batalla inicial en Europa donde el crimen organizado quiere pasar a tomar el control total como en Venezuela o México.
Contando además el crimen organizado gracias a sus banderas izquierdistas del apoyo tanto necio, como iluso o doloso de las fuerzas globalistas de la Unión Europea. La fotografía de Delcy Rodríguez con Úrsula von der Leyen en Bruselas con la criminal venezolana vetada de pisar suelo europeo es todo un símbolo. La UE ha sido máximo aliado de todos los candidatos del Foro de Sao Paulo y Grupo de Puebla en Iberoamérica. Y protector de sus regímenes criminales, siendo el ejemplo máximo el de la dictadura comunista de Cuba subvencionada por Bruselas…