Por Alain Roumenstad/ÁgoraVox.
Zoé Valdés, escritora cubana exiliada, es mundialmente conocida por sus novelas y compromisos, activista de derechos humanos con “la eterna revuelta de alguien que es extranjero en todas partes”.
En este año 2024, Zoé Valdés publica, por primera vez, a petición de su editor, su autobiografía: “La vida intensa”, “La intensa vida”. Una autobiografía a su manera, que molesta, que interpela, que da claves para comprender, flashes también, sobre su trayectoria, sobre sus raíces, sus influencias, su escritura, su arte, sus repulsiones, sus entusiasmos, sus luchas. Un rompecabezas que se convierte en un patchwork que la hace aparecer, como nunca, en todas sus grietas, sus matices, su humor.
“Sigo siendo a pesar de todo lo que he publicado, la misma escritora, la misma mujer, a la que se le ha pedido un montón de veces que se presente a través de su obra, lo que siempre ha hecho con más timidez que orgullo, en una multitud de dudas”.
Una autobiografía sin un plan cronológico vinculante. “En este libro aparecen muchos de mis sueños y escritos imaginados como fragmentos de novelas o pinturas de poemas, sin motivo lógico sin ningún motivo lógico que el del lirismo o la ironía combinados con humor”. Para leer por quienes creen conocer a la mujer a través de artículos perentorios y definitivos de periodistas que, como escribe Guillermo Cabrera Infante, “son los más fuertes para poner palabras largas al servicio de ideas cortas”.
No olvides que Zoé Valdés, de múltiples facetas, hace hincapié en “2 genios inoxidables, José Marti y Buster Keaton, uno para llorar y el otro para reír”. José Marti poeta y activista por la independencia de Cuba en el siglo 19, “el alma hermosa de Cuba”, dice Zoé Valdés, pensador y hombre de acciones “que está cansado de estar involucrado en este lío”, porque se convirtió en héroe nacional celebrado por el castrismo…
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